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Tribuna
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Las grandes beneficiadas de la Ley de Auditoría

El mercado en general, y el sector de los auditores en particular, está expectante ante la aprobación de la nueva Ley de Auditoría. Las variaciones habidas en el entorno económico-financiero y la necesaria armonización a nivel europeo mediante la transposición de la Octava Directiva hacen imprescindible la nueva Ley. Sin embargo, no todos los cambios están siendo bienvenidos por el sector ya que en algunos casos se prevé que afecten de forma desigual a los auditores en función del tamaño de la firma. De hecho, algunos favorecen a las grandes firmas de auditoría.

La primera modificación sobre la que existe cierta controversia es la referente a la responsabilidad del auditor en los casos de grupos consolidados. El auditor de las cuentas del grupo deberá asumir la responsabilidad plena de la auditoría de las cuentas consolidadas, aun cuando no haya realizado la auditoría de cuentas de las entidades incluidas en la consolidación por lo que el auditor del grupo convencerá al cliente de hacer la auditoría de aquellas filiales que no esté realizando hasta la fecha. La consecuencia directa de esta situación es que las firmas medianas, que hasta ahora venían llevando a cabo un número importante de auditorías de filiales de grupos multinacionales, podrían perder dicha cuota de mercado en beneficio de estas grandes firmas, lo que significaría una concentración todavía más importante en el mercado de la auditoría.

Ahora bien, no nos podemos olvidar que las firmas medianas de auditoría, por su estructura, dimensión y tipología de clientes, están perfectamente capacitadas para llevar a cabo auditorías de grupos consolidados de cierta dimensión, como lo están haciendo hasta ahora y que, al igual que en el caso anterior, su responsabilidad alcanzará a todo el grupo.

Con la nueva Ley, se abre la posibilidad de que las firmas medianas puedan sustituir en parte el efecto del cambio normativo haciendo auditorías de grupos completos de mediana dimensión. Además, las distintas redes internacionales a las que pertenecen este tipo de firmas permiten abarcar igualmente a los grupos con presencia en distintos países.

Otro asunto que puede generar controversia en la profesión es el relativo a las auditorías de entidades de interés público. Es innegable que estas entidades juegan un papel importante en el escenario económico. Intervienen en sectores supervisados o, por su tamaño, pueden tener una influencia significativa en determinados sectores de la economía. En aras de incrementar la transparencia, tiene mucho sentido que el mercado se asegure de que estas entidades sean auditadas por firmas que tengan capacidad para ello.

Actualmente existen numerosas firmas medianas que realizan auditorías de entidades consideradas de interés público y que disponen de medios y de una estructura capacitada para acometer un trabajo de estas características, con los estándares de calidad exigidos. Estas firmas apenas deberán preocuparse más que de redactar y mantener actualizado el informe anual de transparencia para dejar constancia por escrito en su página web, cuáles son estas políticas y procedimientos y someterse a un control de calidad más frecuente. Sólo las firmas de auditoría que carezcan de estas normas de funcionamiento interno o que teniéndolas, no estén suficientemente desarrolladas, deberán hacer un esfuerzo de adaptación adicional y así tener la capacidad de acometer este tipo de trabajos.

Por tanto esta modificación no tiene por qué segregar el mercado entre grandes y pequeños, únicamente persigue asegurar que las firmas de auditoría que desarrollen trabajos en entidades de interés público acrediten que disponen de la capacidad técnica, de los recursos y de los procedimientos adecuados para llevarlos a cabo. Y por contraposición a lo comentado, que firmas de auditoría sin recursos o capacidad no puedan acometer estos trabajos.

Algunas de las principales modificaciones sobre las que hay mayor discusión ponen de manifiesto que el mercado de auditoría no es sólo de las cuatro firmas de mayor dimensión sino que el escalón de las firmas medianas juega igualmente un papel prioritario, con capacidad para llevar a cabo trabajos de auditoría de calidad a un abanico muy amplio de clientes con los estándares de transparencia y confiabilidad que el mercado exige al sector.

Víctor Alió / Joan Miró. Miembros de Grupo20, Foro de Reflexión, Debate y Opinión de Auditoría

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