El sonido 'indie', de alternativo a protagonista

El término indie se ha generalizado en tal grado que todos quieren colgarse esta etiqueta. Las bandas que se autodenominan como indies son cada vez más, buscando eludir por cualquier medio el calificativo opuesto, el de mainstream, es decir, comercial y genérico. El de indie es un cartel que da prestigio, como si fuera sinónimo de calidad, y lo que nació al margen de la industria musical ha terminado por ser una de sus esperanzas en estos tiempos de dificultades.

Esto es debido a que, según Marc Campillo, director de la discográfica Indie Foehn Records, "dentro del indie hay dos segmentos diferenciados y divididos: una música independiente más madura, auténtica, compleja, arriesgada y experimental con un claro vínculo estético y conceptual, y otro indie dirigido a las masas, más adolescente, que basa sus códigos de interpretación en reclamos estéticos menos elevados".

Hablar de indie en la música no es hablar de un género musical en especial, sino de un concepto, una forma de trabajo y comercialización; dentro del indie pueden caber géneros tan diversos, y opuestos entre sí, como rock, jazz, electrónica… Aunque lo que prima en este momento es el pop.

Puede decirse que indie es, en palabras de Javier Blázquez y Juan Manuel Freire, "autonomía, rechazo al canon establecido, libertad para construir nuevos marcos en los que desarrollar formas de expresión todavía desconocidas". Así pues, el indie, si bien no busca enfrentarse de una manera directa a la música dirigida a un público de masas, por lo menos sí tiene como propósito declarado crear una opción alternativa, paralela a la industria de las multinacionales. También busca ser lo más innovadora posible, además de mantener un compromiso con la calidad. De igual forma, podría decirse que proviene de la ideología punk de los setenta, resumida en el lema do it yourself: si quieres hacer música, hazla, no necesitas de un contrato de una multinacional para desarrollar tu creatividad.

Hay otros actores en el juego de lo indie. Los sellos independientes han proliferado de manera impresionante, aunque la crisis también se ha llevado por delante a algunos de ellos. No pueden hacer frente ni competencia directa a las multinacionales, pero en momentos de crisis como el actual funcionan con diferentes parámetros económicos, más modestos: se mantienen y sobreviven.

El interés de estos sellos radica en poner a sus artistas al alcance del mayor número de personas. Y es que otra de las peculiaridades del indie es que las presentaciones en vivo se vuelven la mejor forma de promoción. Por ese motivo, es posible hallar a este tipo de bandas tocando por festivales de todo el mundo. Aunque también hay que admitir que repite cada vez más los clichés del mainstream. Crece el número de publicaciones sobre esta escena; asimismo, se crean listas de popularidad, de los mejores discos de cada año, de las canciones… La diferencia más destacada entre el indie y el mainstream es, según Julio Ruiz, periodista de Radio 3, el público. "El indie es más fiel, sabe lo que le gusta, compra los discos y va a los conciertos. De esta forma, el entorno se retroalimenta y sobrevive en estos tiempos tan difíciles para las industrias y en particular para la musical".

Sin embargo, muchas bandas siguen comprometidas con la idea romántica. "Afortunadamente, no todo está perdido, y aún existen artistas y bandas que asumen lo indie como un compromiso. Pero no se trata de un compromiso con el público que los sigue, sino un compromiso con ellos mismos, con la idea de continuar haciendo las cosas que les gustan y con las que se sienten bien", señala Tanis Abellán, directora de la discográfica independiente Jabalina Músical.