En la Selva Negra, vacúnese contra las garrapatas

Los centros de vacunación internacional en España no dan abasto. Y es que desde hace unos años planificar unas vacaciones a destinos exóticos o poco frecuentes se ha convertido en una práctica tan habitual, que ha provocado la masificación de estas consultas, principalmente, en los meses de verano. Protegerse contra enfermedades peligrosas, o incluso mortales, si no se tratan a tiempo, como la fiebre amarilla, la malaria o el paludismo y de otras, graves, como el tifus, la hepatitis A y B, la rabia, o el tétanos pueden ayudar a evitar males mayores a los cada vez más numerosos visitantes de estos destinos.

Pero si hasta ahora los destinos más exóticos eran los principales ejes de prevención, el abanico de enfermedades se está ampliando cada vez más. Un claro ejemplo de ello es la encefalitis, que tiene como principal epicentro Europa central. La vacuna de esta enfermedad, que se transmite a través de la picadura de una garrapata, está recomendada para los turistas que vayan a residir en ambientes muy rurales, que vayan a realizar actividades de ocio relacionadas con el campo, como el senderismo o los campamentos de verano, en entornos como la Selva Negra alemana o que vayan a desempeñar actividades agrícolas, según señalan en el Hospital Carlos III de Madrid. De ahí, que la mayor parte de los futbolistas de la selección española, que han jugado la Eurocopa 2008, hayan sido vacunados.

No obstante, Mar Lago, responsable de la Unidad del Viajero de este centro hospitalario, hace algunas puntualizaciones: la vacuna sólo está indicada para viajeros que vayan a estar más de un mes en ambientes rurales y sólo entre el 0,5% y el 5% de las garrapatas que viven en estas zonas están contagiadas de la enfermedad.

Las principales causas que explican el aumento de la demanda de los servicios de los centros de vacunación internacional en los últimos años, Lago las reduce a tres. La popularización de los viajes de bajo coste; la creciente actividad relacionada con los viajes humanitarios y de cooperación; y los desplazamientos por motivos laborales. Así, los 64 centros de vacunación existentes en España atendieron en 2007 casi un 20% más de viajeros que el año anterior. Según datos del Ministerio de Sanidad y Consumo, el año pasado, estos centros examinaron en España a un total de 238.600 viajeros y administraron 242.000 vacunas y 93.665 tratamientos de quimioprofilaxis.

Pero el aumento de la actividad, no sólo se circunscribe a la prevención, sino que también obedece al aumento de las consultas posteriores a los viajes. Según un estudio hecho por el Hospital Carlos III, sólo en la Comunidad de Madrid, los pacientes con patologías tropicales han crecido un 71,6%, entre 2003 y 2007, sobre todo los problemas de piel, digestivos y la fiebre. En este periodo, sólo en Madrid, se han detectado 171 casos de malaria y 59 casos de dengue.

La fiebre amarilla es una de las patologías más peligrosas, mortal, si no se trata a tiempo. De origen vírico, esta enfermedad, que se previene mediante una vacuna (dura 10 años), se transmite por la picadura de un mosquito y está recomendada cuando se visita África y América del Sur.

La malaria o paludismo carece de vacuna eficaz. La única forma de prevenir esta patología, que afecta a todos los países tropicales, es extremar las precauciones contra la picadura del mosquito, evitando salir al anochecer y amanecer, utilizando repelentes e insecticidas, y tomar el tratamiento de quimiprofilaxis, antes, durante y después de finalizar el viaje.

Por su parte, protegerse del tifus pasa por la vacunación y por la adopción de medidas higiénicas con el agua y alimentos. Grave, pero no mortal, la vacuna está indicada sólo en zonas endémicas y para estancias largas.

Asimismo, es recomendable vacunarse contra la hepatitis A (menores de 30 años); la hepatitis B; tétanos, transmitida a través de heridas; y la rabia, indicada para viajes de más de un mes en zonas rurales y endémicas. Estas últimas se administran en los centros de salud.