_
_
_
_
_
Tim Harford. Escritor y miembro del consejo editorial de 'Financial Times'

"Las empresas deben entender que adaptarse no es flaqueza"

Se hizo internacionalmente famoso con El economista camuflado, un libro que intercambiaba vivencias cotidianas con teorías económicas que permitían reinterpretarlas. Ahora lanza su nuevo trabajo, Adáptate.

En Adáptate (Temas de Hoy), Harford hace un alegato documentado y optimista sobre las virtudes de la innovación, la utilidad de las alternativas heterodoxas en la empresa y la necesidad de asumir los fracasos como peldaños en el camino hacia el éxito.

Como autor de textos divulgativos, ¿cree que se está explicando bien la crisis a la población sin formación financiera?

Hay grandes periodistas que se explican muy bien, pero me preocupa que muchas noticias se presentan sin un contexto, debido a la necesidad de inmediatez, a la que contribuyen los nuevos medios. Pondré un par de ejemplos de mi país. La gente tiende a culpar a los bancos de la crisis, y hay una ola de indignación ante la posibilidad de que entidades que han recibido dinero público puedan cerrar el ejercicio con un pequeño beneficio. Sin embargo, no se ha explicado que los bancos británicos no han causado la crisis, sino que la han sufrido. Otro ejemplo es cómo se habla de déficit para justificar los recortes; pero el contexto de la situación británica no tiene nada que ver con países con problemas, y ni de lejos con Grecia en particular.

Terminó de escribir Adáptate hace un año... ¿Mantiene hoy la vigencia de su mensaje optimista?

Sé que las cosas no son tan fáciles en muchos países, en particular para los jóvenes. Cuando leo que esta crisis va a afectar durante diez años... Bueno, es una simplificación terrible. Va a afectar a toda una generación de estudiantes que terminarán sus carreras y nunca se integrarán del todo en el mercado laboral. Pero cada individuo puede marcar la diferencia en su situación personal. Un profesor del London School of Economics, Johannes Spinnewijn, entrevistó a gente que había perdido su trabajo. La gran mayoría era optimista. Pero, de hecho, el porcentaje que en efecto se recolocó fue inmensamente superior entre quienes actuaron. El mundo de hoy es muy poco amable, pero podemos mejorar nuestras oportunidades con la actitud correcta.

La precariedad laboral presiona para no resultar heterodoxo, y los cambios de rumbo promovidos por subordinados son a veces interpretados como debilidad.

Si hace una propuesta un empleado más joven, y con mayor proximidad con el consumidor medio, creo que los mandos demostrarán flexibilidad e inteligencia si le escuchan, no debilidad. Las empresas deben entender que la capacidad de adaptarse no es un síntoma de flaqueza, bien al contrario, y los mejores ejemplos de gente que ha triunfado adaptándose son individuos por lo demás muy sólidos.

¿Cómo explica que sean países poco celebrados por su creatividad, como los BRIC, los que se dispongan a dominar la economía mundial?

Brasil y Rusia se apoyan fuertemente en su condición de proveedores de materias primas. India y China son economías muy centralizadas, pero en las que la innovación se apoya más de lo que parece. En India, por ejemplo, con la industria del software. En cuanto a China, Deng Xiaoping siempre tuvo una actitud abierta hacia los experimentos... Tampoco vamos a esperar que se conviertan en Silicon Valley con cambios radicales de un día para otro.

¿Cree que nos aproximamos a una recesión más grave, como comentan autores como Nouriel Roubini?

Existe un fuerte incentivo para que los expertos hagan declaraciones lo más altisonantes posibles, anunciando hechos cuanto mayores, mejor. Así consiguen salir más en televisión, vender más libros... Es una pena que todos seamos perezosos a la hora de hacer un seguimiento de cuántas veces aciertan; hay estudios que apuntan a que no lo hacen más que un grupo de chimpancés. Y con esto no critico a nadie en particular, es una reflexión global. Por mi parte, creo que habrá default griego, y que será para bien.

La necesidad de ser original en España

"España se parece a Gran Bretaña en que la gente prefiere ser funcionario. Pero la situación ha cambiado en los últimos dos o tres años. El colapso de Grecia y la forma en que ha afectado a los trabajadores públicos es un ejemplo de que la estabilidad laboral es hoy por hoy una ilusión"."La aversión al riesgo no es un fenómeno español, sino común a todos los seres humanos... Sin embargo, la historia, y las historias que cuento en este libro, muestran cómo buena parte de los avances han partido de tomas de decisiones arriesgadas, o al menos no convencionales"."La situación del desempleo en España es increíble. Los políticos deben afrontarlo como prioridad. Y la única opción es que experimenten. Ante una emergencia, no se puede ser tímidos a la hora de intentar soluciones alternativas".

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_