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Jesús López Cobos. Director de orquesta

"Los directores dictadores son hoy inviables"

El primer galardonado con el Príncipe de Asturias de las Artes es uno de los nombres claves en la evolución de la música clásica en España

"Los directores dictadores son hoy inviables"
"Los directores dictadores son hoy inviables"JUAN LÁZARO

Tras unos años al frente del Teatro Real que no duda en calificar como "agotadores", Jesús López Cobos opta ahora por eludir compromisos continuados, buscando más tiempo libre, y tiene cubiertos los tres próximos años con funciones como director invitado.

¿Qué le parece el nuevo rumbo que ha tomado el Teatro Real desde su marcha, con propuestas más vanguardistas?

Los teatros de ópera, en particular los mediterráneos, suelen ser plazas muy complicadas, con mucha influencia política. No voy a entrar en el rumbo actual concreto, pero sí me gustaría hacer una reflexión: no puede ser que se cambie de dirección artística cinco veces en catorce años de vida. Es un error. Los de referencia, sea Berlín, Milán o Viena, suelen afrontar proyectos a largo plazo.

"Hay más nivel musical, pero la presión excesiva malogra talentos"

¿Cómo es la dirección de un grupo humano como una orquesta?

Hay una película de Fellini, Ensayo de orquesta, que lo refleja a la perfección... Como en cualquier grupo humano, se establecen jerarquías, liderazgos, roles... Hay que ser bastante psicólogo. Los directores dictadores, a la manera de los clásicos de los años cuarenta, son hoy inviables.

¿Qué cualidades como psicólogo debe tener un director?

En muchas ocasiones, la orquesta ya ha interpretado una obra, y tú tienes que convencerles de que lo hagan a tu manera. No imponerlo, sino invitarles a que vean otras opciones. Todo esto, cuando eres director invitado, debes conseguirlo en apenas un par de sesiones de trabajo juntos. Hay que emplear herramientas muy sutiles. Por ejemplo, la técnica manual en la dirección envía mensajes, ayuda a ganarse a los músicos.

¿Y le ha ocurrido no querer volver a trabajar con una orquesta tras una visita?

Sí, claro. De inmediato te das cuenta de que hay grupos que no quieren colaborar contigo. Y al revés; en muchos casos, la dirección -yo lo hacía cuando era titular en Cincinnati- pasa a los músicos una encuesta sobre cada director visitante, para decidir si invitarle de nuevo. También se les consulta para elegir un director titular, aunque solo como una referencia; generalmente los músicos prefieren solo los nombres muy conocidos, a veces muy caros, porque saben lo que esperar de ellos, creen que les dará prestigio, etcétera.

¿Cómo es el nivel de los músicos actuales respecto al inicio de su carrera?

El nivel medio general ha subido de una manera increíble. La calidad de los profesores y la competitividad han facilitado el proceso de selección natural de los mejores. Otro tema son las grandes personalidades. Antes, los que demostraban un talento especial tenían más tiempo para desarrollarse. Hoy se ha impuesto un ritmo por el que la carrera debe estar definida con 30 años. La presión excesiva hace que se malogren talentos muy valiosos.

Con la Orquesta Nacional, contará como solista con el pianista de jazz Michel Camilo. ¿Es usted favorable a este tipo de mestizajes?

En el jazz, en el pop, hay excelentes músicos, como lo es Camilo. Este concierto en concreto, con música de Gershwin o Falla, es muy apropiado para él, que además tiene una formación clásica. Ya hemos trabajado en un ravel. Soy definitivamente favorable a este tipo de mestizajes.

¿Cómo está resistiendo la música culta los recortes económicos?

Depende de los países. En lugares de gran tradición, como Alemania, o donde es una fuente de ingresos turísticos, como Viena, no se plantean cierres. En cambio, las orquestas estadounidenses, que dependen de mecenazgos recortados, se han declarado incluso en bancarrota, como la de Filadelfia.

El creciente prestigio de los músicos españoles

López Cobos reside desde hace tres décadas en Suiza, pero se encuentra unos días en Madrid, primero, para dirigir a la orquesta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, en un evento que esta semana contó con el respaldo de la Fundación BBVA y la Fundación Albéniz, y luego, a la Orquesta Nacional, en un concierto con protagonismo para Manuel de Falla.El trabajo con jóvenes como los de la Escuela Reina Sofía resulta especialmente gratificante para el maestro: "Al tener más horas de ensayo, es posible trabajar en detalle con un grupo entusiasta y que no tiene prejuicios sobre la obra. A cambio, la exigencia para el director, que debe conocerla bien, es mayor". López Cobos afirma sentir "un gran cariño" por esta escuela: "La mejor prueba de su éxito es que quieren venir aquí de todas partes del mundo, debido sobre todo a la calidad de su profesorado". Y todo ello tiene como fruto una creciente presencia de músicos españoles en cualquier lugar del planeta: "En Berlín, en Múnich, en el Concertgebouw... Tienen una consideración excelente. Nada que ver con cuando me fui a Viena, hace más de 40 años, y me decían que en España solo había toreros y flamencos".

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