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Christopher Dottie. Director general de Hays

"El directivo español cierra la puerta del despacho"

El ejecutivo británico está a favor de los 'minijobs' y alerta de la escasa comunicación dentro de las empresas.

La próxima semana, la empresa de selección Hays presenta su Guía salarial 2012. Los datos recogidos en ella no reflejan un bonito panorama: el 42% de los profesionales sufrió bajadas en su retribución variable y el 60%, una congelación en su sueldo fijo. Christopher Dottie (Liverpool, Reino Unido, 1973) lleva 10 años en la central española de Hays en Barcelona, tras pasar por Lisboa. Aconseja al parado que se tome la búsqueda de empleo como un trabajo y dice que ahora reciben el doble de candidaturas que antes de la crisis.

¿Qué han encontrado distinto en el mercado laboral de 2012?

Los salarios se han congelado y se reducen las nuevas incorporaciones. Hemos visto que hay una discrepancia enorme entre lo que quieren las empresas y lo que los profesionales piensan que quieren. El 63% de las personas se está formando, pero los empleadores solicitan experiencia. Notamos una falta de comunicación total entre las empresas y los profesionales.

¿Qué tiene de particular el mercado laboral español?

En Reino Unido hay más comunicación entre los ejecutivos y los empleados. En España, el directivo tiene la puerta del despacho cerrada, toma las decisiones y no informa a la plantilla. He escuchado bastantes veces que las empresas no intentan motivar a las plantillas, básicamente les dicen que den las gracias porque tienen un trabajo. En otros países hay mucha más comunicación y el empleado se siente más unido a la compañía. No hay sensación de que empleados y directivos estén en el mismo barco. Y además, los servicios públicos de empleo en España no funcionan.

Independientemente de que los servicios públicos sean ineficientes, es que no hay trabajo...

Hay dos alternativas: o 25 millones de personas trabajando con condiciones diferentes a las actuales o 20 millones con indemnización elevada y horario completo y 5 millones sin empleo. Debemos aceptar que para dar trabajo a los que no tienen nada, los afortunados tenemos que prescindir de algunos derechos. Estoy a favor de los minijobs (recomendación del Banco Central Europeo sobre empleos con baja remuneración). Es una buena alternativa a estar en desempleo. Lo más importante en estos momentos es conseguir experiencia.

¿Hasta qué punto son aceptables? ¿Cuál es el límite ético del empresario al ofrecer este contrato?

Si es un contrato de formación enfocado al 48% de los jóvenes que no tienen trabajo, lo veo favorable. Pero si después de 12 meses el trabajador aporta un valor añadido, eso ya no lo consideraría un minijob porque ya no va en beneficio de la persona. Cualquier minijob que un candidato acepte es una inversión en él mismo, porque las empresas quieren profesionales que aporten valor desde el primer día. No hablo de que las compañías se aprovechen de las personas. Es una medida que debe ser controlada.

¿Qué sectores deben potenciarse para crear empleo?

Energías renovables, tecnología, sanidad, economía del conocimiento o ciertos servicios de infraestructuras en el exterior. Lo que no podemos competir es por precio o ciertos trabajos basura.

¿Dónde hay empleo ahora mismo?

En tecnologías de la información, donde para ciertos perfiles hay una guerra de talento. En general, las empresas que contratan buscan perfiles para sustituciones. Es momento de picar piedra.

¿Las empresas explican a sus nuevos empleados los valores internos?

No lo suficiente. Los valores evidentes en las empresas ayudan al enganche desde el primer momento. Los empleados necesitan saber dónde están trabajando y para qué. Firmas como Apple han entendido que las emociones llegan antes que los motivos, tanto en la decisión de compra como a nivel profesional. Las pymes no prestan atención a los valores, pero cada vez es más importante. Si la empresa no está en expansión por la crisis, ¿cómo ofreces crecimiento a las personas? Las personas están haciendo el mismo trabajo que hace dos o tres años, necesitan tener la sensación de que están trabajando para algo.

¿Los empleados buscan valores o teniendo en cuenta la situación solo se busca trabajo?

Quien dispone de un trabajo necesita muchísimos motivos para cambiar de empleo, como valores que encajen con él, jefes que les caigan bien y una empresa con futuro. La gente que está parada va a aceptar una oferta de trabajo digno sin preocuparse de encajar con el ADN de la empresa.

En el estudio aseguran que un 80% de consultados quiere cambiar de trabajo. ¿Hay desmotivación?

Es un estancamiento profesional. Los afortunados están agradecidos por tener trabajo, pero piensan que están haciendo lo mismo que hace tres años. La gente está aburrida y quiere cambiar para avanzar profesionalmente o porque no ve claro el futuro de la compañía en la que trabaja.

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