"Las dietas clásicas son dogmas, como la religión"

Las autoridades francesas advierten del peligro de seguir su método de adelgazamiento rico en proteínas. Los dietistas españoles descartan su dieta por fraudulenta e ilegal. Pero el médico francés Pierre Dukan vive un momento de éxito ajeno a las críticas, con 24 millones de libros vendidos. Hagan los cálculos de cuánto dinero ha podido ingresar gracias a aquellos que buscan perder peso sea como sea.

¿Es peligrosa su dieta?

No. Es peligroso no hacer nada cuando se necesita adelgazar, cuando se tiene sobrepeso, por el peligro para el corazón o la diabetes. El cáncer está también inmediatamente relacionado con el sobrepeso.

¿Seguro? ¿Qué tipo de tumores?

Para las mujeres, dos tipos de cáncer: el de mama y el de útero. Para el hombre, el de próstata.

¿Qué piensa de las críticas médicas a su dieta?

En Francia se dice que puede tener un riesgo de falta de vitaminas, de falta de fibras. Es verdad. Pero se debe poner en la balanza el riesgo de estar obeso o que le falten durante dos meses algunas vitaminas. Es fácil comprar vitaminas en la farmacia. Vivir con 20 kilos de más, si se tiene más de 50 años, es un riesgo real de tener problemas de corazón, de diabetes y vascular. El problema de los nutricionistas de aquí y de Francia es un problema económico, porque cuando mi libro es leído por 24 millones de personas en el mundo, es normal que las consultas se vacíen.

¿No es mejor hacer una dieta equilibrada y ejercicio?

Es un argumento, pero si está gordo, comer equilibrado no le va a hacer adelgazar. Las personas gordas viven con dietas desequilibradas, con dietas ricas en grasas y en azúcar. En todo el mundo vivimos ahora con una dieta desequilibrada por las tentaciones que tenemos.

¿A quién aconseja hacer su dieta?

A todas las personas a partir de 17 años.

¿Y a quién no?

Las personas que han sufrido un infarto que esperen tres meses. Si está en quimioterapia, mejor esperar. O si tiene una enfermedad renal, porque comer muchas proteínas produce más desechos y el riñón debe trabajar más. Tampoco a las personas con anorexia.

¿Y las personas con mucho sobrepeso?

Sí. ¡Cuanto más gordo mejor! Conozco una persona que haciendo la dieta con mi libro ha perdido 100 kilos.

¿Aconseja tener control médico?

Sí, siempre que se deban perder más de cinco kilos.

Los médicos también dicen que con su dieta es más fácil recuperar el peso.

No, no, no. Tengo el único método del mundo con la mitad de las fases dedicadas a la estabilización, que dura para el resto de la vida.

¿Cree que usted enseña a comer adecuadamente?

Son dos fases: la guerra y la paz. En la guerra debemos adelgazar, debemos utilizar un método eficaz. Después viene el equilibrio. Pero no es posible comer bien durante la guerra. Hay que utilizar las armas. ¿Qué hacemos si tenemos 20 kilos de más? Lo peor de todo es no hacer nada. Hablar de equilibrio es como no hacer nada. Les debemos decir a los nutricionistas clásicos que en los últimos 60 años hay más personas con sobrepeso cada año que pasa.

No creo que sea culpa de los nutricionistas.

Sí, pero cuando ante una enfermedad se da un fármaco y no funciona... Me recuerda a la facultad de Medicina, cuando me enseñaron el método de las calorías, con las dietas de 1.500 calorías y menos. A día de hoy no han cambiado nada, ni una palabra de aquello. ¡Esto no funciona! Debe cambiar, pero no evoluciona. Las dietas tradicionales son un dogma, como el psicoanálisis o la religión. Y en un dogma no se puede cambiar nada. Pero un científico debe cambiar si las cosas no funcionan.

Pero usted tiene precisamente a la comunidad científica en su contra.

¡No! ¡Solamente el establishment! Porque piensan así desde la facultad, porque las calorías parecen científicas porque son números. Pero nosotros somos humanos, con felicidad, con soledad, con desolación.

Aunque su dieta también está basada en calorías, porque al fin y al cabo, si limita los hidratos de carbono, las reduce drásticamente.

No. Porque yo les digo a mis pacientes que coman libremente. Pero comer proteínas reduce el apetito. Es una manera indirecta, inteligente, de reducir las calorías. Es una forma sencilla. Las personas no deben contar calorías. Con mi dieta la gente parece libre, aunque no es realmente libre, pero en su cabeza sí lo parece.

¿Y comiendo todos los días 3.000 calorías se adelgazaría?

Con 3.000 calorías en la boca, pero no en la sangre. El cuerpo no es capaz de digerir 3.000 calorías de proteínas. Nunca las aprovechará todas.