Feliz cumpleaños, automóvil

La cultura del automóvil se centra en demasiadas ocasiones en Estados Unidos, cuando lo cierto es que hay otro país en el que el coche es mucho más protagonista: Alemania. Cuna de las primeras patentes de vehículos impulsados a motor de explosión, único país con autopistas donde no existe límite de velocidad y sede de numerosas marcas míticas en la historia de los automóviles, este año conmemora por todo lo alto su pasión por el coche con las celebraciones en torno al 125 aniversario de la primera patente.

Fue el 29 de enero de 1886 cuando Carl Benz, que luego crearía lo que hoy es Mercedes, registró su "vehículo con motor de gas". Más o menos contemporánea es la invención de un motor de petróleo a cargo de su rival Gottlieb Daimler. Sin entrar en quién es el pionero, Alemania homenajeará a ambos durante los 125 días comprendidos entre el 7 de mayo y el 10 de septiembre, en una serie de actos con la región industrial de Baden-Württemberg como epicentro.

Algunas de las actividades programadas tienen un sabor histórico, como es el caso de las distintas ferias de vehículos antiguos -en Berlín, Heidelberg, Hamburgo...-, o de eventos más curiosos, como la posibilidad de recorrer Berlín a bordo de los históricos Trabant, el equivalente al 600 en los años sesenta y setenta de la Alemania oriental; o la feria Retro Classics, que se celebra este fin de semana en Stuttgart, a la que acuden no solo modelos históricos, sino lo que califican como "neo classics" en una suerte de adaptación de la idea del vintage ropa al automóvil.

La culminación de las celebraciones llegará el próximo 10 de septiembre en Mannheim ?de donde partió Benz en el primer gran viaje automovilístico, 45 kilómetros hasta Pforzheim- con un concierto musical que supondrá el estreno de la Autosinfonía, una pieza del compositor chipriota Marios Joannou Elia para orquesta, coro y 80 coches.

Además de estas celebraciones extraordinarias, los amantes del automóvil tienen en Alemania un destino repleto de alicientes. Sin contar los museos de las distintas marcas, existe la posibilidad de visitar las propias fábricas. La más relevante como curiosidad para el aficionado es la factoría transparente de Volkswagen en Dresden, donde es posible seguir a lo largo de 24.000 metros cuadrados la confección de su modelo Phaeton. Y también adquirir uno de los recién fabricados en un concesionario al final de la visita.

Si los cientos de kilómetros de autobahn límite de velocidad no satisfacen la necesidad de gastar adrenalina, es posible concertar visitas para vehículos privados en los míticos circuitos de Hockenheim y Nurburgring, este último además con una visita interactiva para llevar a cabo las tareas de mantenimiento y desarrollo de un auténtico Fórmula 1.