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Correo

GFT crea un sello electrónico que evita al usuario la compra en el estanco

A los coleccionistas de sellos no les debe gustar nada el invento de la firma GFT para Deutsche Post, la compañía de correos estatal de Alemania. Se trata de un sello electrónico que se puede imprimir desde un ordenador y que hace innecesarios los sellos tradicionales. En Alemania empezó a funcionar el pasado mes de septiembre y según la prensa de aquel país ya lo utilizan unas 7.000 pymes.

Internet puede cambiar algo inevitable hasta ahora: comprar un sello antes de enviar una carta. La consultora alemana de tecnologías de la información GFT (Global Future Technologies) ha creado para Deutsche Post un programa informático que permite imprimir en un ordenador el sello necesario para cualquier envío. Stampit, que así se llama la aplicación, produce un sello que no se parece al tradicional.

Nada de imágenes ni colores, sino un cuadrado compuesto por pequeños cuadrados en blanco y negro. 'Es un código de barras bidimensional con la información del emisor, del receptor y del importe del envío', explica Jaume Puig, responsable del sector logístico de GFT Iberia.

En cuanto a las ventajas, el usuario agiliza el envío y el operador disminuye el coste de la emisión y distribución de sellos. En el caso de Alemania, donde el sello funciona desde septiembre, el usuario adquiere el programa por 80 euros y abre una cuenta con Deutsche Post, de la que se descuentan los sellos al adquirirlos. El cobro se realiza en el momento de la impresión definitiva. El propio programa calcula el coste del envío, el mismo que tendría adquirir el sello en un estanco. Según Puig, el sistema es muy útil cuando se realizan más de 10 envíos semanales. Aunque Deutsche Post no ha valorado todavía la experiencia, 7.000 pymes ya utilizan el sello electrónico según la prensa alemana.

GTF se fusionó el pasado mes de agosto con la firma de tecnología Emagine, del Deutsche Bank. El capital de GTF está en manos de Deutsche Bank (25%), Deutsche Post (12%) y varios socios fundadores (45%). El 18% restante cotiza en la Bolsa de Francfort. El coste de desarrollo del proyecto ha sido de 10 millones de euros.

Protegido contra la falsificación y la mala impresión

 

Jaume Puig, responsable de logística de GFT Iberia, asegura que el sello tradicional es más fácil de falsificar que el electrónico. Cada sello que emite la aplicación Stampit está encriptado y lleva una combinación única. El operador de correos tiene un escáner que lee la información que contiene (remitente, destinatario e importe del envío), si el escáner detecta más de un sello con la misma combinación no lo acepta. Así que de nada sirve fotocopiarlo o escanearlo e intentar utilizarlo más de una vez.

 

 

 

 

 

 

 

Otro de los problemas es qué hacer con los sellos que salen mal impresos. Stampit permite hacer cuantas pruebas quiera el usuario y cobra el importe del sello en la impresión definitiva. ¿Qué ocurre si es precisamente en la definitiva cuando la impresora se queda sin tinta o se coloca mal el papel? GTF admite que se le envíen las impresiones erróneas y vuelve a cargar el importe de los sellos en la cuenta del cliente. Puig explicó que GTF está presentando Stampit a todas las compañías interesadas, pero no precisó si entre ellas hay alguna española.

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