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Tribuna
Columna
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Una respuesta digital a la crisis

España se encuentra en una difícil situación socioeconómica y los datos que vamos conociendo día a día son preocupantes. La economía española ha entrado en una segunda recesión y se enfrenta este año a una senda de contracción del PIB que probablemente continuará en el año 2013, como han avanzado en sus últimos informes de previsiones tanto la Comisión Europea como el FMI y la OCDE.

Esta situación se está traduciendo en un grave empeoramiento del panorama laboral y una destrucción de empleo muy acelerada: más de tres millones de empleos se han perdido desde el inicio de la crisis, más de la mitad en el sector de la construcción. La tasa de paro se ha situado en el 25,02% en el tercer trimestre y hay cerca de 5,7 millones de personas desempleadas. Las previsiones no contemplan mejoras en los próximos dos años, en los que se espera que continúe disminuyendo el empleo y aumente la tasa de paro, que podría llegar incluso al 27% en 2013, según las últimas previsiones de la OCDE.

Ante esta situación tan alarmante es preciso dar respuesta a cuestiones claves para el futuro de España como las siguientes: ¿cómo vamos a crecer en los próximos años para recuperar los puntos de PIB y los millones de empleos perdidos por el estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis financiera? y ¿qué sectores van a generar empleo y crecimiento en el futuro?

La economía del ladrillo en la que España ha basado su crecimiento en la última etapa expansiva ha resultado frágil e insostenible a largo plazo, como se ha puesto claramente de manifiesto ante la mayor y más compleja crisis internacional que se conoce. La vuelta a este modelo de crecimiento sería un grave error.

La economía española necesita cambiar su patrón de crecimiento y para ello debe apostar por un nuevo modelo productivo basado en actividades de mayor valor añadido, intensivas en conocimiento, más innovadoras y de mayor contenido tecnológico. Y en este contexto el sector TIC y especialmente internet son claves en la transición de una economía del ladrillo a una economía digital.

La reorientación que requiere la economía española precisa una verdadera agenda reformadora a medio y a largo plazo. Este proceso de cambio a nivel nacional refleja lo que la Comisión Europea propone en su Estrategia 2020, que promueve tres grandes líneas maestras que definen cuáles deben ser las bases del crecimiento de la próxima década. En primer lugar, debe ser un crecimiento inteligente, para referirse al desarrollo de una economía basada en el conocimiento y la innovación; debe ser sostenible, para que la economía haga un uso eficaz de los recursos, sea más verde y más competitiva, y finalmente, debe ser integrador, fomentando una economía con alto nivel de empleo que tenga cohesión social y territorial.

Una de iniciativas aprobadas para cumplir los objetivos de la Estrategia 2020 es la Agenda Digital para Europa. Su objetivo es trazar un rumbo que permita maximizar el potencial económico y social de las TIC, y en particular de internet, como soporte esencial de la actividad económica y social.

Nuestro país ha hecho grandes esfuerzos para afianzar el peso de lo digital a partir del Plan Ingenio, en concreto con el Plan Avanza, aprobado por el anterior Gobierno, que ha permitido construir las bases en la sociedad española para que las TIC e internet puedan desarrollar todo su potencial y que este repercuta positivamente tanto en la economía como en la sociedad. Ahora, en plena crisis, tenemos que seguir impulsando iniciativas para hacer de la economía digital un verdadero motor económico. Pero alcanzar este importante reto solo será posible si se acierta en los planes y reformas que se lleven a cabo. La nueva Agenda Digital que el Gobierno está preparando tiene una importancia estratégica para nuestro país en estos momentos de profunda crisis y debe ser elaborada con objetivos que se asienten en el medio y largo plazo.

En definitiva, las TIC e internet, y en general la sociedad de la información, tienen sin duda este papel estratégico y pueden contribuir con los estímulos necesarios a recuperar la senda de crecimiento y creación de empleo así como a una mayor sostenibilidad de la economía española.

Reyes Maroto Illera es Responsable del área de economía, sostenibilidad y bienestar de la Fundación Ideas

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