_
_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Una reforma laboral valiente y sin complejos

Mariano Rajoy puso ayer fecha límite a la posibilidad de que sindicatos y patronal pacten una reforma laboral cuya urgencia a estas alturas resulta imposible de exagerar. Tres semanas antes de su toma de posesión y en consonancia con la gravedad del momento, el futuro presidente ha fijado después de Reyes como plazo para que los agentes sociales pongan sobre su mesa una propuesta sobre seis grandes aspectos: negociación colectiva, contratación, absentismo, intermediación, resolución extrajudicial de conflictos y formación. En la reunión que el líder popular mantuvo por separado con Juan Rosell (CEOE), Ignacio Fernández Toxo (CC OO) y Cándido Méndez (UGT), Rajoy apostó por el guante de seda sobre puño de hierro para fijar una hoja de ruta negociadora cuyo resultado no limita ni excluye la prerrogativa legítima del Ejecutivo para optar al final, y si lo considera, por legislar de forma unilateral.

Tras la toma de contacto efectuada ayer, sindicatos y patronal han insistido en su compromiso con la urgencia de un momento histórico que aseguran comprender. Una urgencia que ciertamente no es nueva -existía ya durante los largos meses de retrasos y desencuentros que los agentes sociales han consumido en intentar alcanzar sin éxito un acuerdo en materia de negociación colectiva- aunque sí lo sea la mano que marca los tiempos: un Gobierno fuerte y dispuesto a poner en marcha una reforma cuyo retraso ha pagado no solo la dramática masa de desempleados españoles, sino el conjunto de la economía.

El núcleo duro de esa reforma, dado que patronal y sindicatos mantienen posiciones cercanas en materia de solución extrajudicial de conflictos, formación y lucha contra el absentismo, lo constituye la negociación colectiva y la reforma de los contratos y, por ende, del coste del despido. Tanto en una como en otra materia resulta absolutamente necesario poner orden y claridad en una legislación patológicamente aquejada de hipertrofia, exceso de casuística y confusión, y cuya complejidad y costes se han convertido en un verdadero lastre para la creación de empleo.

Se hace necesario por ello acometer a fondo y sin complejos una revisión de todo el sistema de costes laborales y establecer un modelo de contratación y una negociación colectiva flexibles, racionales y capaces de adaptarse al ciclo productivo de las empresas. En esa tarea debe ocupar un lugar destacado la eliminación de la dualidad actual entre relaciones laborales fijas y temporales -que perjudica especialmente a los jóvenes-, así como la simplificación del selvático sistema contractual en vigor por un contrato único y nuevo, dotado de una escala indemnizatoria razonable en función de la antigüedad del trabajador. Todos ellos son retos difíciles, pero también imprescindibles, para sacar a España de una coyuntura económica sin precedentes.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_