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29 S. La respuesta sindical a la crisis
Tribuna
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Ninguna reforma laboral ha creado empleo

Desde que se instaurara la Democracia en España se han llevado a cabo 15 reformas laborales. Y ninguna ha servido para crear empleo. Todo lo contrario, sólo se han aplicado para recortar derechos laborales y sociales.

La creación de empleo exige una política global de reforma del sistema financiero que dote de liquidez a las empresas y a los particulares, de decisiones políticas que, de verdad, conduzcan al tan mencionado cambio del modelo productivo y de la inversión.

Pero nada de esto se ha hecho, todo lo contrario. Como lo demuestra el brutal recorte en las inversiones del Ministerio de Fomento. Por ello, nos tememos que la construcción sea uno de los sectores con un mayor impacto negativo con la nueva reforma laboral. El Ejecutivo está haciendo un peligroso recorte de los derechos y garantías de los trabajadores y trabajadoras, especialmente, de los sectores de nuestra Federación.

Entre las principales medidas, se encuentra la posibilidad de que las Empresas de Trabajo Temporal trabajen en la construcción, un sector en el que siempre habían estado prohibidas. Con su presencia aumentará la precariedad, la temporalidad, y las contrataciones de trabajadores con escasa formación, elementos contra los que hemos luchado durante años, y que ha quedado plasmado con la obligatoriedad de la Tarjeta Profesional de la Construcción (TPC).

Pero esto no es todo. El peor riesgo es el incremento de la inseguridad laboral, lo que se traduce en muertes. En lo que va de año, han fallecido 124 trabajadores pertenecientes a nuestros sectores, una cifra bastante elevada si la comparamos con la caída en el empleo en el sector. Cifras que se pueden incrementar escandalosamente en los próximos años.

El abaratamiento del despido en un sector donde la actividad y, por tanto, los ingresos de las empresas han descendido de forma general, abre las puertas a la desaparición del empleo estable existente y debilita el control judicial efectivo. Va a dar igual en que empresas esté, va a dar igual la antigüedad o el salario, por no hablar de capacidad o conocimientos. Te van a despedir con 20 días por año, de los que los trabajadores se pagan ocho. Y, además, Zapatero ya anuncia recortes en las prestaciones por desempleo, más requisitos y menor prestación.

La reforma también pone en riesgo la negociación colectiva, pilar fundamental del marco de relaciones laborales entre empresarios y sindicatos. Además, refuerza el poder unilateral del empresario para modificar las condiciones laborales de los trabajadores, aunque estén establecidas en una norma laboral de eficacia general como es el convenio colectivo, en tanto que se permite justificar la decisión en causas basadas en simples previsiones de futuro. Asimismo, la reforma aumenta el poder de dirección empresarial para descolgarse de los incrementos salariales pactados en los convenios sectoriales, sin que estos puedan establecer, como se hacía hasta la reforma, las condiciones y procedimientos de inaplicación salarial.

Contempla la modificación de la actual regulación de la negociación colectiva sin acuerdo con los agentes sociales, cuestionando la eficacia del diálogo social en materias que deben quedar en dicho ámbito al ser parte consustancial del mismo. Poniendo en riesgo la existencia de los convenios generales, que tanto han contribuido al desarrollo de las relaciones laborales en nuestros sectores.

Todas estas medidas injustas y regresivas tendrán continuidad con la reforma del sistema público de pensiones que pretende prolongar la edad de jubilación hasta los 67 años con carácter obligatorio, una medida contra la que Fecoma siempre ha mostrado el más profundo rechazo. Reivindicamos la aprobación de la jubilación anticipada a los 60 años de edad para los trabajadores de obras, una medida continuamente ignorada por Corbacho y por Octavio Granados. Fecoma presionará para que el próximo ministro de Trabajo cumpla con lo que nos prometió su predecesor: abrir una mesa técnica para estudiar nuestra propuesta.

Lamentarse no sirve de nada, resignarse tampoco. Por ello, consideramos esta huelga completamente necesaria para exigir al Gobierno una rectificación de la reforma y sus políticas laborales antes de que sea demasiado tarde, por los perjuicios que va a suponer para la clase trabajadora de este país.

Asimismo, el próximo 29 de septiembre, desde Fecoma defenderemos la negociación colectiva, como marco de protección de las condiciones de trabajo y exigiremos la inmediata puesta en marcha de una política que reduzca el déficit público mediante el incremento de los ingresos.

Sin duda alguna, sobran las razones para acudir a la huelga. El 29-S yo voy.

Fernando Serrano Pernas. Secretario general de Fecoma-CC OO

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