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Columna
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Un puerto en la tormenta financiera

Los inversores están preocupados por Estados Unidos y China, y por tanto por la salud de la economía global. Pero a medida que huyen de los activos de riesgo de los refugios tradicionales, como Tesoro, francos suizos y oro, están señalando inesperados nuevos puertos seguros en Asia, como Indonesia y Japón.

Una avalancha de indicadores económicos negativos desde Estados Unidos y China ha aumentado la ansiedad sobre el esperado fin del programa de compras de activos de la Reserva Federal en tres semanas. El índice MSCI de Asia, excluido Japón, ha caído un 4,3% en el pasado mes y los inversores vendieron casi 1.300 millones de dólares en acciones asiáticas, según Nomura.

Algunos mercados, sin embargo, han mostrado una inesperada capacidad de recuperación. Malasia, por ejemplo. Las acciones han subido un 1,2% desde abril en la esperanza de un nuevo programa de inversiones doméstico. Los bonos del Gobierno coreano se han convertido en otro juego defensivo, con rendimientos cayendo a buen ritmo con los del Tesoro de EE UU a medida que las perspectivas de lento crecimiento reducen la probabilidad de que el banco central aumente los tipos. Del mismo modo, la rentabilidad de los bonos australianos ha disminuido a medida que la inflación parece estar bajo control.

Estos mercados todavía vienen con riesgos múltiples. Sus monedas se están debilitando, particularmente en Australia. Las inversiones no siempre son fáciles de conseguir: los bonos australianos son escasos, por lo que muchos inversores prefieren vender swaps de riesgos crediticios sobre deuda australiana. En Corea, los inversores deben lidiar con impuestos excesivos sobre los bonos extranjeros.

Eso crea nuevos casi paraísos, como los bonos del Gobierno japonés. A pesar de una rentabilidad de solo el 1%, están muy demandados entre los inversores domésticos. Y el alza del yen vuelve a los inversores extranjeros cada vez más ricos. Lo que es más sorprendente, Indonesia es el favorito para los inversores que esperan tomar riesgos en mercados emergentes. Las acciones del país, bonos y divisas están aún subiendo gracias a su relativamente baja dependencia de las exportaciones de China, la creciente riqueza y la mejora de las finanzas públicas. Indonesia solía ser el santo y seña del endeudamiento, la ineficiencia y la corrupción. Con todo, ahora puede ser el paraíso más seguro de Asia.

Por Wayne Arnold.

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