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Columna
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El problema de los 442.000 millones

Cuando el Banco Central Europeo le prestó a los bancos 442.000 millones de euros el verano pasado fue con la condición de que tenían que devolverlo hoy. Sin embargo, la fecha de vencimiento parece haber sorprendido a los inversores. El BCE está facilitando el proceso mediante el suministro de fondos a corto plazo. Una vez que los bancos utilicen este tipo de facilidades demostrará lo mucho que necesitan el dinero.

El vencimiento de la subasta efectuada hace un año llega en un mal momento. Las condiciones de financiación del BCE se han endurecido tras la crisis de la deuda soberana y la exclusión de los prestamistas de los Estados periféricos del mercado. El BCE tiene sus propias preocupaciones. Dar mucho dinero barato hace que la banca obtenga un beneficio mediante préstamos a tasas inferiores a las del mercado. También permite a los bancos en dificultades evitar la reestructuración y la distorsión del precio de los activos. Pero coger de un tirón demasiados créditos fuera del sistema puede subir los tipos interbancarios o incluso provocar una crisis de liquidez.

El BCE afronta este dilema con generosidad y mano dura. Vigila a los bancos que tienen fondos ilimitados para ver su reacción al vencimiento. Pero la nueva financiación es más a corto plazo y, a diferencia de la vencida, es más cara que el tipo promedio que el banco puede pedir en el mercado. Eso debería disuadir a aquellos que ya no necesiten la financiación.

Los analistas estiman que entre 150.000 millones de euros y 200.000 millones, de los 442.000 millones otorgados, se reciclaron en activos de mayor rendimiento, en lugar de satisfacer las necesidades de financiación. Si estas estimaciones son correctas, casi la mitad de los 442.000 millones podrá aplazarse a las nuevas exigencias que se fijan a un plazo de tres a seis meses aunque se endeuden por encima de 250.000 millones de euros.

La generosidad del BCE significa que los bancos deben ajustarse a dichos plazos. El mercado se enfrentará a otras tensiones cuando expire en septiembre la última subasta a tres meses y la de seis meses y un año en octubre. El BCE ha comenzado a retirar sus ayudas extraordinarias. El riesgo es que se quiere hacer demasiado en poco tiempo.

Por Neil Unmack

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