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Columna
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No nos llame, nosotros lo haremos

Las compañías objeto de ofertas suelen quejarse mucho. Nokia no. Es difícil que se dé un acuerdo para dar impulso a los accionistas del fabricante de móviles finlandés en apuros -ya sea una compra limpia, una ruptura o cesiones parciales-. Los inversores solo podrían comprar Nokia si tuvieran fe en su estrategia de reacción.

No tiene mucha lógica que ninguno de los dos posibles postores, Microsoft y Samsung, lance una oferta. El primero es un propietario inverosímil de un fabricante de hardware. Y el gigante estadounidense de software tiene mucho que ganar si la estrategia de autoayuda de Nokia tiene éxito, ya que su sistema operativo de móvil será crucial para la reactivación del grupo. Samsung, el principal rival de Nokia por volúmenes de teléfono, no necesita ni la tecnología del grupo finlandés, ni su red global. El conglomerado coreano se enfrentaría también a enormes obstáculos culturales y de defensa de la competencia.

La lógica es débil también desde una perspectiva financiera. Nokia no es barata. Cuando su rival estadounidense Motorola superó sus dificultades en 2009, su valor de mercado estaba 0,2 veces por debajo de las ventas, apunta Berstein, aunque comenzó con menos dinero en efectivo y una cuota de mercado más pequeña. Los analistas encuestados por Reuters esperan que Nokia realice ventas este año por valor de 32 millones de euros, ajustándose para el tratamiento contable de la joint venture de equipos de telecomunicaciones Nokia Siemens Networks. Eso coloca a Nokia en cerca de 0,5 veces las ventas de 2011.

Una ruptura no descubriría el valor oculto. Navteq, que Nokia compró por 8.100 millones en 2007, es uno de los dos creadores de mapas digitales líderes en el mundo. Las valoraciones de los analistas están por todas partes, pero aproximadamente medio punto hoy equivale solo a alrededor de 2.500 millones de euros. Además es fundamental para la alianza con Microsoft. Salir de NSN parece más fácil. Con una presencia reforzada en EE UU y la mejora de los márgenes, podría interesar al competidor chino Huawei.

El gran desafío para la una vez líder mundial del mercado es hacer que sus teléfonos sean de nuevo codiciados. Y eso significa forjar y dominar un segmento medio de smartphones basado en Microsoft Windows Phone. Resulta difícil ver otra opción para el CEO Sthephen Elop y sus inversores.

Quentin Webb

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