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Columna
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Goldman busca un revulsivo en China

Goldman Sachs está probando un nuevo enfoque para ganar cuota en China: contratar a jefes extranjeros. Después de que su cabeza en Asia, Cai Jinyong, renunciara la semana pasada, el liderazgo estará centrado en veteranos de Goldman. Para los negocios locales, lo más valioso que pueden aportar es la paciencia.

La antigua estrategia empezó hace ocho años, cuando Goldman dio con una solución inteligente para aprovechar los restringidos mercados de valores chinos. Financió el lanzamiento de una agencia local, Gaohua, y formó una sociedad conjunta con ella para suscribir emisiones compartidas en aquel mercado. Goldman tuvo su control y un interés económico sin tener ni una sola acción. Pero Goldman no ha tenido un gran éxito. Mientras que su franquicia china ha prosperado, el negocio de renta variable ha producido apenas tres ofertas públicas de venta. Goldman tuvo un volumen de negocio relacionado con la renta variable de 100 millones de dólares en los mercados de China durante la primera mitad de 2012, a la zaga de UBS, JP Morgan y Deutsche Bank. Y pese a dar trabajo a 300 personas en China, Goldman no ha encontrado un sucesor para Cai.

Las nuevas llegadas, el corresponsable de la banca de inversión en Asia Matthew Westerman, y Mark Shwartz, que retorna al banco como vicepresidente, ayudarán a Goldman a hacer más de lo bueno que ya se ha hecho, como sus acuerdos en China por valor de 60.000 millones de dólares realizados desde 2010. En acciones, incluso un genio como Westerman, que antes pasó por los mercados globales de capitales, puede sufrir para animar las cosas. El flujo de OPV en China está estrechamente controlado por el regulador de valores, y es poco probable que Goldman ponga en compromiso su reputación mundial para atraer clientes dudosos.

La estrategia de Goldman de competir con las empresas locales de renta variable puede funcionar eventualmente. Por ahora la firma está en el mismo barco que las demás: el lento.

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