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Tribuna
Columna
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Financieros y fotovoltaicas: hacia una nueva relación

En los últimos tiempos, la relación entre el mundo financiero y la energía solar fotovoltaica ha sido más bien difícil e inestable, motivada principalmente por la elevada inseguridad jurídica generada por los distintos gobiernos y que ha tenido como consecuencia cambios dramáticos, algunos muy recientes, en los ingresos previstos inicialmente por ley en la explotación de las instalaciones fotovoltaicas. Estos cambios están ocasionando terribles pérdidas a los inversores y fondos de inversión que un día decidieron invertir en España en una fuente de energía limpia, inagotable y abundante en nuestro país. Porque es importante resaltar, que cada vez que el gobierno lanza medidas, como la última publicada en el BOE el 1 de febrero, el Real Decreto-ley 2/2013, que sustituye la actualización de la tarifa fotovoltaica referida al Índice de Precios de Consumo por otra vinculada a impuestos constantes sin alimentos no elaborados ni productos energéticos, lo que está haciendo es fomentar que este país continúe con un altísimo nivel de dependencia energética y reste competitividad a nuestro tejido empresarial, un activo fundamental para el crecimiento económico.

Pero quizás ahora, ha llegado el momento de transmitir a los responsables financieros de empresas y organismos que la energía solar fotovoltaica, a día de hoy, puede ofrecerles atractivas opciones financieras que mejoren significativamente sus planes de contención de costes que, en mayor o menor medida, se han visto obligadas a implantar casi todas las empresas de este país. Esto es posible gracias al autoconsumo fotovoltaico, que es el sistema que permite a los consumidores de electricidad, empresas o particulares, consumir la electricidad que ellos mismos generan y obtener un ahorro en su factura eléctrica. Hasta que el gobierno no regule el autoconsumo parcial (o con balance neto), los principales beneficiarios del autoconsumo con la normativa vigente son las industrias y empresas, ya que la energía que producen mientras su actividad está funcionando, la pueden consumir instantáneamente, sin generar excedente.

El precio de la electricidad derivado de combustibles fósiles seguirá subiendo en el futuro porque depende de recursos agotables y además, éstos son muy limitados en este país. La energía fotovoltaica es el futuro no porque lo diga el sector fotovoltaico, sino porque por suerte en España tenemos mucho sol. Estos hechos objetivos son motivo suficiente para entender que antes o después se va a producir un cambio de mentalidad hacia un modelo productivo basado en la eficiencia energética y la sostenibilidad. Está en manos de todos los que lo sabemos, difundir este mensaje a la sociedad y, antes o después, trascenderá la idea de que la economía debe ser sustentada no sólo por valores económico-financieros, sino también éticos, ecológicos y sociales.

En este artículo mi intención es resaltar también el beneficio económico del autoconsumo. Por eso me dirijo en particular a los directores financieros de las empresas de este país. Es una oportunidad única para aumentar la competitividad empresarial. El autoconsumo instantáneo va a permitir grandes ahorros en los costes indirectos derivados del consumo eléctrico. Con un dimensionado adecuado de la instalación fotovoltaica y en función del consumo de cada negocio, se pueden alcanzar ahorros de hasta el 50%, asociados a cortos periodos de amortización y elevadas tasas de rentabilidad, que en los casos más favorables pueden ascender al 20%. Además, el ahorro no es sólo actual, sino también futuro, ya que la empresa estará en cierta medida protegida de futuras subidas de las tarifas eléctricas durante un mínimo de treinta años, el periodo de vida útil de la instalación. Esta disminución de costes energéticos repercutirá positivamente en su cuenta de explotación, lo que permitirá aumentar la competitividad del negocio, un factor crítico para la supervivencia de la empresa. Otra importante ventaja es la autonomía que proporciona al consumidor final, ya que al convertirse en autoproductor, no depende de una única fuente de suministro eléctrico; esto le permitirá mayor predictibilidad en los precios de la electricidad, mayor control de sus costes y, por tanto, mayor precisión y fiabilidad en sus planes financieros.

Con casi veinte años de experiencia en el sector fotovoltaico, Gehrlicher Solar ha desarrollado un servicio completo que integra la solución financiera, lo que implica que podrá autofinanciar una gran parte del coste de la instalación con los ahorros que obtenga en su factura eléctrica derivados del autoconsumo. Los desembolsos iniciales son mínimos y podrá acceder a la financiación de manera muy sencilla. En definitiva, se trata de invertir hoy en una opción rentable, segura y sostenible, para asegurar ahorros anuales en los próximos 25 años de la empresa; eso es el autoconsumo.

Francisco Espín es consejero delegado y fundador de Gehrlicher Solar España

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