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Tribuna
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El fin de la escapada

El Banco de España no está dispuesto a ser cómplice del encubrimiento del agujero que la crisis inmobiliaria ha producido en las entidades financieras españolas, ese y no otro es el objetivo que tiene la nueva propuesta de modificación de la Circular 4/2004, de 22 de diciembre, sobre normas de información financiera pública y reservada, y modelos de estados financieros, que publicó el pasado miércoles el Boletín Oficial del Estado.

Esta nueva circular hará que se produzca una aceleración de las provisiones bancarias en los casos de impagos de créditos y préstamos; se pasa del anterior plazo de 72 meses desde el primer impago a tan sólo 12. Además, se prevé que la medida adoptada haga que las entidades financieras destinen en el presente año un 2% más de sus recursos a provisiones.

En ella se produce un reconocimiento del valor de la garantía inmobiliaria a fin de deducir ese importe de la provisión a efectuar, esto ya se hacía antes pero sin un valor reglado, ahora se pone negro sobre blanco la costumbre anterior y se dota de mayor seguridad jurídica al sistema, estableciéndose una depreciación del 20% al 50%, siendo la vivienda habitual la menor depreciación y los solares e inmuebles sin terminar, la mayor.

También se penalizan las adquisiciones de activos y daciones en pago por parte de las entidades financieras, al depreciarlas automáticamente en su compra en un 10% que se incrementa hasta un 30% en los dos años siguientes. El Banco de España quiere evitar a toda costa que las entidades financieras acumulen los solares, naves y viviendas que los deudores promotores inmobiliarios les entregan a fin de cancelar sus deudas y los almacenen hasta el final de la crisis, como ya ocurrió en la década de los noventa, puesto que esta práctica pondría en peligro, bajo el punto de vista del supervisor, su solvencia, sobre todo en un momento como éste, en el que las cajas de ahorros están sometidas a una presión de tesorería tan brutal como el actual.

Las entidades financieras están valorando el camino a seguir, camino que el Banco de España les está marcando al indicarles que deben aflorar en sus cuentas de resultados las pérdidas que el crash inmobiliario les ha producido y dejar de esconderlas como se ha hecho hasta ahora bajo la tan ibérica técnica de posponer para mañana los problemas.

Las soluciones dadas a la quiebra del sector de la promoción y construcción en España han sido hasta ahora refinanciar a las compañías bajo el lema de "más tiempo para pagar, a cambio de más garantías y mayor tipo de interés", la compra de activos y dación en pago de deudas o, en último recurso, el concurso de la compañía con su ulterior convenio o liquidación, todas y cada una de estas alternativas se ven afectadas por las medidas de reducción del gasto público en obra civil aprobada por el Gobierno y la modificación del sistema de provisiones.

Lo cierto es que ahora a la entidad financiera le será más gravoso adquirir activos por cuanto que debe provisionar frente al Banco de España la depreciación de esos activos y le serán más costosas sus refinanciaciones, ya que deberá afrontarlas en el plazo inexorable de un año. A bancos y cajas no les queda más remedio, por una parte, que dar salida a sus activos movilizando el mercado inmobiliario y facilitando el crédito a los particulares para que se hagan cargo de las viviendas terminadas que ellos han asumido de los distintos promotores y, por otra, deberán apostar por un nuevo sector promotor que con la debida financiación por parte de las entidades financieras asuman los proyectos inmobiliarios que han quedado huérfanos de gestores, no pudiendo ser cajas ni bancos quienes dirijan esas actuaciones inmobiliarias.

El Banco de España ha buscado con esta normativa clarificar el sistema de provisiones, armonizarlo con lo que Europa exige a nuestro país y aflorar la profundidad del impacto de la crisis inmobiliaria en el sistema bancario español. Teniendo en cuenta que el primer paso para solucionar un problema es reconocer la enfermedad, no podemos estar más de acuerdo con las medidas propuestas. Bancos y cajas deben hacer un ejercicio de transparencia a fin de dotar de credibilidad a sus resultados, sin ningún lugar a dudas esto contribuirá al proceso de concentración de aquellas cajas de ahorros más expuestas al sector inmobiliario.

Jesús Sánchez Pareja. Consultor de bpasolucion.com jsp@bpasolucion.com

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