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Tribuna
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Europa necesita a Reino Unido

Mi experiencia en negociaciones en Bruselas hace que me salten todas las alarmas cuando veo el tono y la dirección que el debate financiero está tomando. Las posiciones de negociación se han vuelto mucho más rígidas y está disminuyendo la voluntad para hablar abiertamente y aprender de la experiencia de los demás. Con las dificultades actuales en los mercados financieros, la Unión Europea (UE) debe actuar conjuntamente y hacer uso de la experiencia de todos los Estados miembros para mejorar la calidad de la legislación financiera y sentar unas bases sólidas para el futuro.

Nos llama la atención cómo Reino Unido se ha ido aislando en los últimos años, como muestran los resultados del Consejo Europeo de jefes de Estado del pasado 9 de diciembre. En contra de una opinión casi generalizada, ningún país, institución o persona tiene la culpa del aislamiento británico, no olvidemos que la Unión Europea son 27 Estados miembros y que nada ocurre sin el apoyo de la mayoría. Al parecer, Reino Unido ya no cuenta con tanta simpatía entre sus aliados tradicionales porque sospechan que Londres quiere disfrutar de las libertades del mercado interior sin aceptar una supervisión de los bancos a nivel europeo. Cuando una potencia toma su propio camino trae consecuencias para el resultado de las negociaciones y puede llegar a desestabilizar al resto.

Dejando a un lado cuestiones de orgullo nacional, hay pequeños pasos que se pueden ir dando para equilibrar la balanza. Entre sus respuestas a la crisis bancaria, el comisario europeo de Mercado Interior y Servicios, Michel Barnier, ha anunciado la creación de un grupo de sabios para reflexionar sobre cómo separar la banca minorista de la banca de inversión. Por el interés de los mercados financieros europeos y la cohesión de la Unión, la Comisión Europea debería considerar la posibilidad de que un británico lidere ese grupo. España y Europa tendrían mucho que ganar. ¿Por qué? Miremos al contexto global. Si tenemos en cuenta el liderazgo de Reino Unido en el sector financiero, la sugerencia del reciente informe Vickers de separar la banca comercial de la banca de inversión podría ser controvertida debido al modelo de banca universal. Sin embargo, un británico a la cabeza del grupo aportaría armonía y acallaría las voces de que la UE tiene a la City en el punto de mira. Esta medida permitiría que Reino Unido participase de nuevo de manera constructiva en la Unión.

No hay duda de que la City of London es un activo para toda Europa. Madrid, Bruselas y la Unión Europea en su conjunto se beneficiarían de la experiencia de Gran Bretaña en el desarrollo de la política de los mercados financieros. Al poner un británico al frente de su nuevo grupo bancario, la Comisión les daría una oportunidad para reconectar. Para el beneficio de todos.

Hans Hack. Director de asuntos financieros de FTI Consulting, Bélgica

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