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Columna
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Duelo en el país de la samba

La lucha por hacerse con el minorista líder en Brasil tiene todos los ingredientes de un drama de época. Entre las perspectivas sombrías en el Viejo Continente, dos gigantes franceses y un rico hombre de negocios local se pelean por dominar la pródiga cadena de alimentos brasileña. El resultado de la batalla puede constituir todo un manual para las multinacionales sobre cómo abordar los mercados emergentes.

Carrefour, la gigantesca cadena de supermercados francesa, se prepara para usurpar a su rival Casino en el país de la samba mediante una fusión de sus activos brasileños con los del grupo de alimentación local Pão de Açúcar. La propuesta de Gama -un vehículo de inversión ligado al banco estatal de desarrollo- daría a Carrefour el 50% en la empresa ampliada y una posición dominante dentro de los 230.000 millones de dólares de la industria minorista de Brasil. El país ya es el segundo mayor contribuyente a las ventas de Carrefour.

Pero un drama de época no sería completo sin un villano. Para Casino, el accionista rechazado de Pão de Açúcar, que esperaba tomar el control el año próximo, el chico malo es Abilio Diniz. El presidente del Pão de Açúcar tiene también una participación mayoritaria en el minorista brasileño. La traicionada empresa francesa dice que Diniz hizo un arreglo a sus espaldas -violando los acuerdos existentes- para negociar la fusión con su archirrival. Pero de cualquier manera, Casino no se irá a ninguna parte sin plantar batalla.

Sea cual sea el resultado, que solo podrá resolverse en un tribunal brasileño, a diferencia de peleas anteriores en los mercados en desarrollo, parece que los lugareños tienen más influencia para negociar con las multinacionales. El Gobierno brasileño parece querer una unión con Carrefour. Es fácil ver por qué: el acuerdo daría a Gama cerca del 12% de las acciones en el capital de Carrefour y, por extensión, un derecho a nivel internacional. Lo que podría ser más atractivo que observar a un campeón local sucumbir al control de Casino.

Y eso es algo que otras empresas que buscan expandirse en el terreno de los mercados emergentes deberían tener en cuenta: el crecimiento solo puede producirse en aquellas empresas dispuestas a hacer sacrificios.

Por Agnest T. Crane

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