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Columna
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Las diferencias de España e Irlanda

España dice que no necesita "Plan B" para tener el déficit bajo control. Pero si lo tuviese y lo divulgase, haría parecer insuficiente el "Plan A". Aunque quizá Madrid no tenga elección en los próximos meses.

España evitó las iras de los mercados en primavera con un choque de austeridad y reformas. De momento se lo han creído y el diferencial del bono es menos de la mitad del portugués y el irlandés. El rendimiento del español es todavía un razonable 4,6% y el ratio de deuda sobre PIB está controlado.

Sin embargo, la diferencia con Irlanda es que España necesita recurrir a los mercados de deuda con más frecuencia. Precisará 192.000 millones en 2011 -150.000 millones de refinanciación- y para mantener contentos a los inversores, debe convencerles de que puede reducir su déficit al 6% en 2011. Pero el Gobierno dice que el PIB crecerá un 1,3%, muy por encima del consenso del mercado.

Además, quizá tenga que poner más dinero en sus bancos. Es verdad que a diferencia de Irlanda, las grandes entidades son sólidas. Pero hay cajas que son o muy débiles o pequeñas para emitir papel a medio o largo plazo y se enfrentan a cantidades importantes de vencimientos en 2011 y 2012. Ya han recibido 14.000 millones, pero algunos analistas creen que necesitarán al menos el doble. Si el Gobierno afronta estos millones, tendrá que compensarlo con menos gasto.

Un "Plan B" exige primero cumplir con el "Plan A", incluido la reforma de pensiones. Luego, podría agregar más recortes de gasto o nuevos ingresos tributarios. El IVA, al 18%, es bajo en comparación con la UE. Y exigiendo a las regiones que es adhieran a la disciplina fiscal.

El Gobierno puede tener razones para no dar a conocer un plan más fuerte. Pero dado que no se trata de si deben, sino de cuándo deben, sería ingenuo no tener un nuevo plan a mano.

F. Maharg-Bravo

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