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Columna
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Un desafío que merece la pena asumir

Me repite en la cabeza esta frase escuchada al presidente del Gobierno en el discurso de investidura. Soy de los que creen que la mejor forma de enfrentarse a los problemas es reconocerlos. Naturalmente, considerar los pros y contras para atajarlos. No buscar atajos a corto plazo en su solución, si suponen un mayor coste a la larga. Aumentar el crecimiento potencial, eliminar rigideces y desequilibrios en la economía: mejorar las perspectivas de empleo. Este debería ser realmente, tras escuchar al presidente del Gobierno, el objetivo final. Conseguirlo en profundidad llevará tiempo. Pero el camino se hace andando. El panorama a corto plazo, reconoce, "no puede ser más sombrío".

El presidente del Gobierno anticipa que el Ejecutivo acometerá con urgencia tres ámbitos de reforma para garantizar el cumplimiento de los requisitos de la UEM, disipar por completo las dudas y animar la inversión, la creación de empresas y generación de oportunidades de empleo. Yo diría que se enfrenta a la tarea de dar una vuelta casi completa a la situación actual. Estoy convencido de que lo logrará.

Cumplir los compromisos con Europa. La reciente cumbre europea, aceptada por 26 países de la UE, se centra en la reforma del funcionamiento del Tratado de Lisboa (no del Tratado) aumentando la disciplina, control y penalización en los objetivos de ajuste fiscal. España ha avanzado mucho a este respecto. El presidente del Gobierno admite que será necesario un ajuste adicional de 16.500 millones de euros para el próximo ejercicio, si se cumplen las previsiones de crecimiento del anterior Gobierno. Una vez se conozca el cierre de las cuentas públicas este ejercicio ("puede ser superior el déficit al objetivo"), sobre la base de unas previsiones económicas realistas, sin duda se concretarán más las medidas de ajuste para 2012.

El presidente del Gobierno ha fijado en el próximo 30 de diciembre la fecha para prorrogar los Presupuestos Generales de este año y fijar un acuerdo de no disponibilidad. Aprobar la nueva Ley Presupuestaria, incluyendo otras medidas de ajuste económico además de las fiscales, se aplaza hasta finales del primer trimestre. ¿Cuál es el límite de estas medidas de ajuste fiscal? Las pensiones, cuya subida queda garantizada. Pero en el futuro anticipa el objetivo de relacionar la edad real de jubilación con la edad legal para hacerlo, suprimiendo en lo posible las prejubilaciones.

El presidente del Gobierno ha fijado el primer semestre del año para concretar una nueva fase, la última en la reestructuración del sector financiero. Es importante la promesa de finalizar con una reestructuración ya iniciada. Más allá de clarificar la situación del sector, es fundamental cambiar la percepción del mercado. La transparencia es importante, pero en este momento es prioritario normalizar realmente el sector. Se debe recuperar el crédito al sector privado. El presidente promete el saneamiento y la posterior reestructuración del sector financiero. Reducción de la cartera inmobiliaria, reforzar su capital, reducir el número de entidades, cambios en el modelo de regulación y en el sistema de supervisión.

No podemos olvidarnos de las reformas estructurales. Aumentar la flexibilidad de la economía, hacerla más competitiva. Como decía al principio, aumentar el crecimiento potencial. Esto se consigue con inversión, mejorando la productividad y con recursos de mano de obra. Lamentablemente, de esto último tenemos mucho disponible, con una tasa de desempleo que podría seguir creciendo en los próximos dos trimestres. El presidente del Gobierno nos ha prometido reformas en el sector público que lo hagan más austero y eficiente. Considera imprescindible una modernización de la legislación laboral con el objetivo de crear empleo, darle más estabilidad, mayor flexibilidad interna de las empresas y con formación de los trabajadores como derecho.

Valora también la necesidad de tomar medidas fiscales más favorables para los emprendedores. Pero también adelanta reformas en órganos regulares, el modelo energético o la necesaria innovación y la internacionalización de las empresas españolas. Y mejorar la educación sobre las siguientes bases: desarrollar los valores de esfuerzo, el gusto por aprender, el espíritu emprendedor, la exigencia y la responsabilidad personales.

Importante, la necesidad de garantizar las enseñanzas comunes en todo el territorio nacional. Anticipa cambios en el sistema energético con un equilibrio adecuado en tres objetivos: competitividad, seguridad y efectos medioambientales. Por último, también prepara cambios en la Administración de justicia.

Como decía al principio, enfocar el problema para ponerle soluciones. Tras escuchar ayer el discurso de investidura del presidente, creo que el Gobierno es totalmente consciente de los problemas de la economía española. Yo voy más allá al valorar las oportunidades que surgirán en su solución.

José Luis Martínez Campuzano. Estratega de Citi en España

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