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Columna
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Combustible para cambiar

El fin del juego en Libia podría anunciar una caída en el precio del petróleo. Al igual que el avance de los rebeldes en Trípoli, el suministro podría llegar antes de lo esperado. En cuestión de horas, el barril de Brent cayó tres dólares hasta situarse en los 106 dólares. Una solución en Libia, y las preocupaciones sobre el crecimiento mundial, significa que el mercado podría ver pronto un exceso de oferta.

El retorno del petróleo libio a niveles de antes de la revuelta de 1,7 millones de barriles por día, esto es, el 2% del suministro mundial, llegaría en 2015, según la Agencia Internacional de la Energía. Esa previsión parece hoy demasiado pesimista, con el control rebelde de Arabian Gulf Oil Co., la española Repsol, y la italiana ENI, todo sugiere que el suministro podría reanudarse mucho más rápido una vez resuelta la crisis. Los analistas estiman que la producción podría alcanzar el millón de barriles diarios en un año. El precio del petróleo disminuyó casi 20 dólares por barril en cuatro meses. Un aumento en la oferta -como la vulnerabilidad de las economías de EE UU y Europa- pesará en los precios.

Con todo, es probable que cualquier caída sea mucho menor que en 2008, cuando los precios descendieron más de 100 dólares el barril en seis meses. Esta vez, las líneas de crédito permanecerán abiertas para las empresas. Y la demanda sigue siendo fuerte en países como China, que ahora supone casi el 50% del total en relación al 44% de 2008, según Barclays Capital.

La política seguirá apoyando los precios. Los inversores están alerta ante cualquier signo de que el movimiento de protesta pueda expandirse a los mayores productores de petróleo, esto es, Irán. Y si incluso los precios siguen cayendo, los países del Golfo tendrían un gran incentivo para recortar la producción más temprano que tarde. Arabia Saudita necesita alrededor de 84 dólares por barril para alcanzar el precio de equilibrio en comparación con los 50 dólares de hace tres años. Pero con los precios del Brent a cierta distancia del umbral del dolor, aún hay espacio para un ajuste significativo.

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