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Perfil

La batuta de Farmaindustria

A su larga lista de cargos se suma ahora el de presidenta de la patronal de los laboratorios. Elvira Sanz, discreta y trabajadora, tendrá que dirigir una colosal orquesta.

El proceso de creación de un medicamento es una carrera de obstáculos". Así lo ha definido en alguna ocasión Elvira Sanz Urgoiti (Madrid, 1959), presidenta y directora general de Pfizer España y recientemente nombrada presidenta de Farmaindustria, la asociación que agrupa a la mayoría de los laboratorios en nuestro país. Su llegada hasta estos puestos ha sido cuestión de años de mucho trabajo.

Sanz se doctoró en Farmacia en la Universidad Complutense de Madrid y ya dejó claro que apuntaba alto, puesto que consiguió el premio extraordinario de fin de carrera. Comenzó su trayectoria como técnico de investigación, pero poco a poco fue ocupando cargos de más responsabilidad. Para formarse como directiva cursó un MBA Internacional en la Escuela de negocios Esden, donde nuevamente destacó convirtiéndose en la número uno de su promoción. Elvira Sanz no dejó la vida académica y cursó posgrados en universidades y escuelas de negocios estadounidenses de la talla de Harvard Business School y Wharton University.

Ya en puestos de responsabilidad, pasó por los laboratorios MSD, Roche y Cyanamid, aunque la mayor parte de su carrera ha transcurrido en Wyeth Farma, que más tarde sería adquirida por Pfizer. Allí llegó en 1994 como directora de registros y nuevos productos y fue ascendiendo progresivamente hasta llegar a la cúpula, en la que se encuentra hoy en día. Estuvo en la central de Wyeth en Estados Unidos, país con el que ha estado siempre muy relacionada, durante dos años. En la actualidad añade a su larga lista de cargos los de presidenta de la asociación de laboratorios americanos y miembro de las juntas directivas del Consejo Empresarial y de la Cámara de Comercio americanos.

Esta carrera de fondo que Sanz ha llevado a cabo hasta alcanzar su lugar en el mundo de la industria farmacéutica le ha sido muy útil, según comentan algunos de sus conocidos, porque le ha permitido conocer los laboratorios desde todos los puntos de vista. Desde la investigación hasta las ventas, pasando por el marketing y la producción. No hay rincón que se le escape a esta profesional: mitad farmacéutica y mitad directora de orquesta.

Y es que una de sus mayores aficiones es la música. Elvira Sanz toca el piano y, tal vez gracias a eso, ha aprendido a manejar los tempos, también en el trabajo. Los que han compartido tiempo con ella aseguran que sabe cuándo tiene que dejar sonar cada instrumento, es decir, sabe dejar hablar a todas las voces y valorar las distintas opiniones antes de tomar una decisión, que siempre será muy meditada. De ella también destacan que es una persona que identifica claramente los objetivos y que tiene una gran capacidad de anticipación.

Sanz es muy discreta y guarda con celo los detalles de su vida personal, aunque ello no le impide ser alguien alegre y con grandes dotes de comunicación. Su capacidad de diálogo y su manejo de las relaciones le resultan muy útiles en una empresa multinacional en la que tiene que ejercer, entre tantas otras tareas, de intermediaria entre la afiliada que dirige y la matriz de los laboratorios.

"Es una ejecutiva en el sentido más estricto de la palabra", afirma Enrique Baca, patrono de la Fundación Pfizer, "se trata de una de las mujeres del mundo de la empresa con mayor solvencia y solidez personal", comenta con rotundidad después de conocerla desde hace unos 20 años.

Además de la dirección, Elvira Sanz siempre tiene en mente la investigación y la innovación, donde comenzó a trabajar, aunque los tiempos no sean los mejores para estas disciplinas. En un foro de biomedicina aseguró recientemente que la investigación representa "uno de los principales motores de desarrollo de un país". Pfizer cuenta en España con un equipo de I+D formado por unos 170 profesionales que están llevando a cabo proyectos de investigación con 52 moléculas. La inversión de la compañía en estas actividades alcanzó los 60,3 millones en 2010.

Ahora, en los dos años que durará su mandato al frente de Farmaindustria, esta directora tendrá que lidiar con una orquesta más grande en la que se encontrará con muchos solistas e instrumentos que combinar. La primera mujer en ocupar la presidencia de la patronal farmacéutica reiteró durante su nombramiento el compromiso de la asociación con el Sistema Nacional de Salud, así como su intención de trabajar con la Administración pública para que este siga siendo solvente. Y es que la relación entre los laboratorios y Sanidad resulta muy compleja en plena crisis económica. La deuda de las comunidades autónomas con las farmacéuticas asciende en lo que va de año a 2.300 millones de euros.

Sin embargo, los que tratan con ella habitualmente aseguran que se enfrenta a este reto con mucha ilusión y que se ha puesto a trabajar desde el primer día. Y desde luego, si por algo se caracteriza Elvira Sanz, es por su capacidad de trabajo.

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