_
_
_
_
_
El debate sobre el estado de la nación
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Una apuesta por el cambio de modelo productivo

La intervención del presidente del Gobierno en el debate del estado de la nación ha supuesto, en lo concreto, una ampliación del paquete de medidas que el Ejecutivo ha venido articulando para hacer frente a la crisis. Y en este nuevo paquete es tan significativo lo que hay como lo que no hay.

Entre lo que no hay, y de eso nos felicitamos todos los trabajadores, es una reforma del mercado laboral y una reforma del sistema de pensiones, como la que ha planteado el principal partido de la oposición, reformas sobre la que ha hablado sin concretar, porque así algo queda, jugando a una especie de juego de trileros, ahora lo ves, ahora no lo ves… con los derechos y las conquistas sociales de los trabajadores.

Por eso, nosotros valoramos que el presidente no haya hecho referencia a reformas que pueden afectar a los derechos y las prestaciones de los trabajadores, provocando que éstos sean una vez más los que paguen. El discurso de la reforma es fácil, pero es con políticas e inversiones públicas como se puede afrontar esta situación.

Para UGT, cambiar el modelo productivo, eje central de la intervención del presidente, era un objetivo planteado y compartido por los interlocutores sociales, como quedó reflejado en las declaraciones de diálogo social de los años 2004 y 2008. Mantenerlo en este periodo de crisis es una apuesta que creemos necesaria para establecer un nuevo desarrollo sostenible en nuestro sistema productivo, muy vinculado al sector de la construcción residencial durante demasiados años.

En esta línea van las medidas presentadas hoy, ya que apuestan decididamente por la educación en todos sus niveles, por la innovación y políticas industriales, como elementos fundamentales del cambio de modelo de crecimiento.

Detener la destrucción de empleo pasa necesariamente por una reactivación económica, y para ello es necesario desatascar los problemas de financiación que tienen hoy en día las empresas, los autónomos y las familias, así como reactivar el consumo. Y hacia este camino se orientan medidas como las anunciadas de apoyo a las pymes, las políticas de vivienda y el plan de ayuda directa a la compra de automóviles.

Pero los altos niveles de desempleo que soporta nuestro país requiere prestar atención a los desempleados, mejorando la situación de las personas que carecen de protección por desempleo o la han agotado ya y desarrollando programas de empleo y formación. æpermil;ste sería uno de los aspectos que hay que incorporar a la batería de medidas propuestas por la vía parlamentaria, a desarrollar y concretar en el diálogo social.

El debate del estado de la nación es una cita clave de nuestra vida política en la que, dada la gravedad de la situación, la incertidumbre de los ciudadanos debería encontrar respuesta en sus representantes democráticos, respuesta que difícilmente puede abrirse paso anclándose en la divergencia y en la crítica estéril. La articulación de consensos en momentos de grave dificultad para el conjunto de la sociedad no requiere ni renuncias ideológicas ni el abandono de las propuestas propias, sino de situar en la centralidad de nuestros objetivos la defensa de los intereses generales, la reactivación económica y el freno a la destrucción de empleo.

La práctica totalidad de los partidos del arco parlamentario tienen experiencia en la construcción de consensos políticos, autonómicos o de ámbito estatal. En un Estado descentralizado como el nuestro, ni las actuaciones ni las responsabilidades pueden tener otra concepción que implicando al conjunto de las instituciones que componen el Estado.

UGT, que ha venido reclamando con insistencia una conferencia sobre empleo e industria entre el Gobierno central y las comunidades autónomas, considera que una concertación territorial en torno a las medidas planteadas hoy por el Gobierno puede potenciar exponencialmente la efectividad de las mismas.

La conferencia de presidentes que ha anunciado el presidente parece ir en esta línea, la de arrancar compromisos y arrimar el hombro para salir entre todos de esta situación. Una pieza fundamental e imprescindible será la participación de los interlocutores sociales. Por ello requerimos el impulso del diálogo social y el abandono de intereses de parte para tratar de sacar ventaja de esta situación.

Toni Ferrer. Secretario confederal de acción sindical de UGT

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Más información

Archivado En

_
_