_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Qatar acude al rescate de Porsche

Porsche parece haber encontrado al final un interesado. Han pasado varias semanas desde que el fabricante alemán de automóviles deportivos comenzó la búsqueda de un inversor amistoso que pudiera ayudarle a salir del aprieto creado por el propio sobreendeudamiento. Ahora parece que las familias que controlan el grupo han encontrado el apoyo de Qatar. Parecen estar abiertos a vender por encima del 25% de la compañía. Cualquiera que sea la forma de la inversión catarí, parece que viene con condiciones.

El nuevo dinero ayudaría a Porsche, hundido en una deuda de 9.000 millones de euros que contrajo cuando se embarcó en un funesto desenfreno comprador con el objetivo de controlar más del 75% de Volkswagen, su rival de mucho mayor tamaño. Fortalecería algo también sus opciones en las actuales negociaciones de fusión con Volkswagen. Por el momento, Volkswagen parece tener a Porsche entre la espada y la pared.

La salida más probable de este aprieto es un incremento de capital que permitiría a Qatar Investment Authority poseer una cuarta parte de las acciones de Porsche. Porsche está buscando unos 4.500 millones de euros, según varios medios. En base a su actual capitalización, esto significa que Qatar tendría que desembolsar 3.200 millones para obtener el 25% de las acciones. Puede que las dos familias que controlan Porsche aporten el resto. Acabarían entonces controlando un 43% de la nueva compañía, contra el 50% que tienen actualmente.

El capital de Porsche se divide actualmente en dos partes: las acciones con derecho a voto, controladas todas ellas por la familia, y el resto. Resulta difícil concebir que Qatar realice una inversión de tales proporciones sin exigir derecho a voto. Darle voz a los nuevos inversores sería doloroso para las familias, aunque continuarían controlando el 63% de los votos.

Es probable que los cataríes quieran también que Porsche sanee sus finanzas, en particular en lo tocante a las opciones que mantiene sobre su participación estratégica del 20% de Volkswagen. ¿Son estas opciones rentables, tal y como se sospecha en el mercado? Si los cataríes consiguen esta información, a Porsche le será difícil mantener el secreto. Y la transparencia en este asunto no sería mala.

Pierre Briançon

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_