_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pelea en España por los depósitos

Los bancos españoles no se han mostrado solidarios durante la crisis. Todos afrontan un descenso en los tipos que cobran por las hipotecas y un aumento de las provisiones para cubrir los créditos impagados. Pero ahora, se enfrentan, además, unos a otros por hacerse con los depósitos. Una buena parte de los bancos están ofertando jugosas rentabilidades para ganar negocio, especialmente, de las cajas de ahorro.

Santander inició la guerra pagando un 4% por depósitos a un año a los nuevos clientes que también suscribieran otros productos. BBVA se ha sumado y la lista ha seguido creciendo. Sus ofertas están muy por encima del 1,9% que los bancos se pagan entre ellos en el interbancario. Normalmente, la banca remunera los depósitos por debajo de esta tasa líbor.

El mercado estima que alrededor del 20% del total de las actuales depósitos está en juego. Para Santander y BBVA, que tienen buena parte del negocio fuera de España, el daño de esta pelea de precios sobre el margen es probablemente soportable. Pero para las cajas, que concentran la mitad del mercado financiero, llega en mal momento. Son más dependientes de los depósitos que los bancos, y la guerra deprime la rentabilidad en un año en el que el sector de las cajas puede ser deficitario.

Además, para las cajas puede ser más complicado recaudar el efectivo que precisa a un coste aceptable. Es importante, porque el BCE está retirando gradualmente la aportación de liquidez y el mercado mayorista sigue prácticamente cerrado para las pequeñas entidades españolas. Las cajas se enfrentan a vencimientos de deuda por unos 35 millones de euros este año, según Analistas Financieros Internacionales. Con pocas excepciones como La Caixa, la mayor de las cajas, estas entidades tienen pocas alternativas para captar fondos a través de sus sucursales. La préstamos garantizados por el Gobierno español, cuyo coste está ligado a los CDS, son prohibitivamente caros en estos momentos.

¿Por qué los grandes bancos han iniciado esta guerra? Una explicación es que han olido sangre, pues pueden ganar cuota en un mercado en retroceso tras la crisis. Pero hay una interpretación más preocupante. Quizás estos bancos se están preparando para un futuro más duro, si los costes de financiación al por mayor aumentan al mismo ritmo de los mercados bursátiles o del riesgo de la deuda soberana española.

Fiona Maharg-Bravo

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_