Pacto político en Caja Madrid
El círculo del acuerdo político en Caja Madrid se va cerrando poco a poco. Después de meses de abierto enfrentamiento entre los partidos y los agentes sociales que tienen representación en la segunda caja de ahorros nacional, ayer se llegó a un principio de acuerdo entre PP, PSOE, UGT y CC OO Madrid para zanjar sus diferencias y "dar estabilidad a la entidad". Este pacto se suma al alcanzado el pasado 9 de junio entre la Comunidad de Madrid, IU, Comfia-CC OO y la Unión Independiente de Impositores y Consumidores. Esta vuelta de tuerca en el panorama político de Caja Madrid supone en la práctica poner en marcha un nuevo reparto de poder entre las distintas fuerzas que lo integran.
A partir de aquí queda, en realidad, lo más complejo de esta ya de por sí compleja situación. El pacto no puede ser sólo un instrumento que origine un reparto de cargos y funciones sin más. Los firmantes del acuerdo harían un flaco favor a la entidad, que se perfila como uno de los actores básicos en el proceso de reestructuración y concentración del sistema financiero que se avecina, si, una vez lograda la ansiada estabilidad política, no dan un paso atrás y, eso sí, vigilantes, dejan actuar a los auténticos profesionales, a los gerentes del negocio financiero. Sean los que sean.