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Columna
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Lisboa está en el borde, pero no es Irlanda

Portugal no es Irlanda. Su sistema bancario es más saludable y su déficit es mucho menor. Pero los mercados no le dan mucho crédito a esto. La rentabilidad del bono portugués a 10 años ha subido 1,3 puntos porcentuales desde mediados de octubre, hasta 6,8%. Esto sigue siendo 1,7 puntos porcentuales menos que Irlanda, aunque está demasiado cerca para su tranquilidad.

La preocupación en octubre era que el Gobierno fallara en la aprobación de su presupuesto austero, diseñado para reducir su déficit del 7,3% del PIB a 4,6% en 2011. Los temores retrocedieron cuando el principal partido de oposición al menos no la bloqueó. Pero los mercados están aún preocupados de que la zona euro haga que los tenedores de bonos sufran pérdidas en rescates futuros. Portugal alega que puede capear la tormenta. No tendrá que volver a los mercados de deuda hasta el próximo año. Tomando en cuenta los tipos marginales actuales, Lisboa calcula que el coste medio de los préstamos se elevaría desde un 3,6% hasta el 4,9% en los próximos tres años. La intervención del fondo de rescate sería ahora prematura. Se trataría de una dolorosa pérdida de la soberanía, mientras que los beneficios, en términos de menores pagos de intereses, no parecen convincentes. Se estima que los préstamos a tres años del fondo de rescate costarían cerca del 4,5%, mientras que la rentabilidad de la deuda portuguesa corriente a tres años es del 5%.

El peligro es que los costes por interés sigan subiendo, mientras se estanca el crecimiento impulsando la deuda a niveles insostenibles. Portugal tuvo que pagar ayer 4,8 puntos porcentuales por los fondos de solo un año en una subasta de deuda, 1,5 puntos porcentuales más frente a la anterior. Los crecientes costes de la deuda soberana también tienen repercusiones en el sector privado, perjudicando aún más el crecimiento que sufrirá el próximo año con los recortes presupuestarios que se produzcan.

La crisis puede llegar cuando Lisboa vuelva al mercado en 2011, ya que necesita recaudar 20.000 millones de euros. Pero podría llegar antes. Depende mucho de lo que pasará en Irlanda y sus secuelas. Portugal podría ganar margen para respirar si Irlanda es rescatado -el mercado teme que amaine-, y si el Gobierno puede consolidar la unidad política en torno a sus planes de presupuesto. Si hay una "luna de miel irlandesa" Portugal debería aprovechar la oportunidad para pedir prestado tanto como pueda.

Por Neil Unmack / Fiona Maharg-Bravo

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