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Columna
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Barclays abre el camino de vuelta

Barclays está recuperando lentamente la credibilidad. El banco británico enfureció a los accionistas el otoño pasado al rechazar los fondos del Gobierno y optar en su lugar por el caro capital extranjero. A juzgar por el provocador compromiso para reinstaurar un dividendo para el segundo semestre del año, el banco no ha perdido su veta independiente. Y los resultados anuales sugieren que debe tener alguna base para la bravuconada.

Los 6.100 millones de libras de beneficios antes de impuestos superan las expectativas. La adquisición de las operaciones de Lehman Brothers en América del Norte produjo un incremento de 2.300 millones de libras, mientras las ganancias por valor de mercado de créditos y coberturas de Barclays transformaron las fuertes provisiones de 8.100 millones de libras en una más aceptable cifra neta de 5.000 millones de libras.

Pero los resultados también dan crédito a la amplia estrategia de Barclays. Centrarse en crecer en banca al por menor fuera de Reino Unido parece estar valiendo la pena -el beneficio antes de impuestos en Europa occidental y los mercados emergentes creció un 30%-. Y mientras las provisiones condujeron a Barclays Capital a pérdidas, la situación habría sido mucho peor si no es por el fuerte cambio de moneda.

Además, Barclays ha dado algún detalle adicional en sus exposiciones actuales a créditos dudosos. Barclays tomaría pérdidas de 15.000 millones de libras antes de acercarse al mínimo regulatorio del ratio core Tier 1 del 4%. Suponiendo que no hubiera pérdidas, la medida se elevaría al 6,7% tras transformar las anotaciones obligatorias de capital en julio.

El problema es que el pronóstico de Barclays -sobre el cual descansa un retorno del dividendo- puede ser demasiado optimista. Se espera que las pérdidas por créditos estructurados en 2009 sean 'más bajos', mientras el banco espera que la tasa de morosidad en sus préstamos crezca entre 130 y 150 puntos básicos.

Los accionistas de Barclays han tenido que aguantar mucho durante esta crisis. Pero la segura promesa de un dividendo puede hacer que algunos inversores se lo piensen dos veces antes de expulsar al consejo en la junta anual dentro de poco. La situación está delicadamente en equilibrio. Pero si los gestores pueden cumplir la promesa de pago, el vilipendio podría entonces convertirse en reivindicación. Por George Hay

Alivio pasajero en Unicredit

El giro radical de Alessandro Profumo se queda en un suspiro. El presidente de Unicredit perdió credibilidad en octubre cuando anunció una ampliación de capital justo unos días después de negar que el banco italiano necesitase acudir al mercado. El mayor accionista de la entidad, Fondazione Cariverona, dijo el viernes pasado que no suscribiría los 500 millones de euros de la emisión de bonos convertibles. Profumo ha buscado otros inversores de repuesto el segundo accionista del banco italiano Central Bank of Lybia anunció a media mañana de ayer que cubriría la parte de Cariverona.La operación merece dos consideraciones. La primera, que asegurar los 500 millones supone que no se producirá un agujero en el capital. Una caída de nueve puntos básicos en el Tier 1 de Unicredit tendría menos importancia que la pérdida de confianza del mercado en el banco y su presidente si no consigue los 500 millones.Segundo, si los grandes accionista del banco -Central Bank of Lybia y fundaciones de Turín y Bolonia- hacen cola para rellanar el vacío de Cariverona supondrá que el frente anti-Profumo no es tan fuerte.Por supuesto que el presidente de la entidad tiene detractores. Tanto por el giro dado sobre la ampliación de capital, como por su audaz negocio en Europa del Este, por la expansión en negocios de trading y por el caso Madoff. Ya han surgido nombres para su sustitución y también se ha rumoreado una posible fusión con Mediobanca. Una combinación suficiente para dejarle al margen.Pero esta huida hacia delante puede apuntalarle, por ahora. Al menos, debería, pues a pesar de los penosos traspiés, el comportamiento de Profumo es comparable al de cualquiera de sus rivales internacionales.La correa sobre Profumo se está apretando. Los accionistas se mantienen cada vez más atentos sobre los puntos neurálgicos del banco: operaciones con problemas en Austria, Polonia y Kazajistán, así como banca de inversión y gestión de patrimonios.Después, está Cariverona. Quizá parezca marginado, pero la fundación -que ha comunicado que opta por destinar fondos a nivel local antes que a Unicredit-, también ha desvelado que ha incrementado su participación en el banco italiano del 5% al 6%. Profumo quizá disfrute ahora de este suspiro de alivio, pero se quedará sin aliento muy pronto. Por Jeffrey Goldfarb

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