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Tanto de inversores nacionales como extranjeros

Salida récord de capital extranjero de España en marzo

Los inversores vendieron deuda pública, acciones y depósitos por 67.000 millones, la mayor fuga mensual de la historia.

La crisis se recrudece y ni el Gobierno ni Bruselas consiguen aplacar a los mercados. Lo peor es que el dinero extranjero sigue a la fuga: no se fía de España, ni de sus finanzas, ni de sus bancos, ni de su deuda, ni de su Bolsa. El infarto del pasado marzo en la balanza de pagos nacional, publicada ayer por el Banco de España, fue el mayor nunca visto. Incluso superó la retirada de dinero producida tras la quiebra de Lehman.

El dinero invertido en activos de renta fija y variable de los grandes inversores extranjeros se redujo en 22.633 millones de euros. De esta cantidad, la mayor parte -aproximadamente el 80%- es deuda pública. El gran problema es que España, a diferencia de otros países como Japón, necesita dinero del exterior para financiar su déficit y poder hacer frente a los vencimientos de deuda pública. Actualmente, el Tesoro tiene bonos y letras en circulación por más de 600.000 millones, y el Gobierno prevé que este ejercicio cierre con una ratio de deuda pública sobre el PIB cercano al 80%.

Los datos no mejoran si a la inversión de cartera se unen otro tipo de inversiones, como los préstamos al sistema financiero o la entrada de depósitos. Es más, empeoran. Si a la retirada de dinero de la deuda y las acciones por parte de los extranjeros se une la repatriación de préstamos y depósitos, los casi 67.000 millones huidos este marzo hacen palidecer cualquier cifra anterior. El mes posterior a la caída de Lehman se fueron 47.500 millones, ahora son cerca de 20.000 más.

En la historia de España, solo tres meses desde enero de 1990, la fecha hasta la que se remontan las cifras del Banco de España, han superado una fuga de capitales extranjeros superior a los 20.000 millones. Octubre de 2008 fue uno de ellos, con 21.329 millones retirados. Fue la reacción de los inversores a la bancarrota de Lehman. Febrero de 2010 también fue malo: 21.175 millones huyeron, y en octubre de 2007 salieron 20.336 millones. El pasado marzo fue peor que todos ellos, lo que indica que España se encuentra en una situación incluso más negativa a la que se desató tras la caída del banco de Lehman.

De todas formas, octubre de 2007 no había sido el peor mes de la historia para España (siempre, claro, hasta la llegada de marzo de 2012). Ese récord lo tenía enero de 2008 con casi 51.000 millones repatriados por los extranjeros en inversión de cartera y lo que el Banco de España llama otras inversiones.

Muy lejos quedan los registros de los años 2004 y 2007, cuando los inversores llegaban a España atraídos por la seguridad del paraguas del euro e inyectaban en el país hasta 26.500 millones en un solo mes en deuda y acciones, como pasó en junio de 2005.

La luz roja ha saltado en marzo, pero las malas noticias vienen de meses atrás. Las ventas de inversiones de cartera (principalmente bonos y deuda) de los inversores foráneos fueron de 112.253 millones en el último año, y si a esta cantidad se suman las otras inversiones, la huida de los últimos 12 meses se planta en 296.000 millones. La cifra es alarmante, puesto que supone el 28% del PIB español en 2011, de 1,07 billones de euros, según los datos del INE.

Hay, sin embargo, un mínimo punto positivo. Los inversores nacionales no se llevaron inversiones de cartera fuera, al contrario: vendieron en el extranjero y lo trajeron a la deuda y a la Bolsa española. Inyectaron 1.401 millones.

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