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Las entidades emiten cédulas por 27.500 millones

El mercado de emisiones se empieza a abrir para el sector financiero

La actividad vuelve al mercado de capitales. Las emisiones aún se dan con cuentagotas y donde más han florecido es en el segmento de cédulas. Las características de estos productos, más líquidos y con la máxima calificación crediticia y el previsible fin de estas compras por parte del BCE a final de mes les ha convertido en la opción más demandada en mayo y junio.

La volatilidad de las últimas semanas y los altos precios que se exigen por emitir deuda han frenado las emisiones en Europa. A finales de abril el mercado de capitales se cerró y tras varias semanas sin apenas actividad empieza a reabrirse. Las cédulas, los productos menos afectados en términos de precio gracias a su alta calidad crediticia, se han convertido en la opción más utilizada en mayo y junio para obtener financiación del mercado.

Las españolas aún no se han atrevido a salir. La Caixa fue la última que emitió cédulas allá por abril pero no se descarta que pronto vuelva la actividad gracias a la mejor percepción sobre España.

"Al llevar calificaciones crediticias de triple A se han convertido en refugio", explican desde una entidad financiera española. "El spread de las financieras es tan amplio para emitir deuda sénior que les interesa emitir a plazos más cortos o si no cover bonds (cédulas)", añaden desde el banco.

La menor tensión ha permitido emisiones de deuda sénior en la banca europea

El hecho de que el BCE finalice el plan de compras de cédulas a final de mes es otra explicación. "Las entidades están aprovechando porque los Bancos Centrales de la zona euro pone órdenes", explica Antoine Maurel, responsable de originación para España y Portugal de HSBC.

Las cifras de emisión de mayo y junio lo dicen todo. Las entidades financieras que han apelado al mercado en euros han optado mayoritariamente por las cédulas y han emitido más de 27.500 millones de euros, según datos de BNP Paribas.

Las entidades alemanas y las francesas fueron las encargadas de reabrir el mercado cédulas tras el parón de actividad. Con el paso de las semanas y a medida que se ha ido relajando la tensión el mercado se ha ido abriendo a otras geografías como Finlandia, Noruega, Suecia, Holanda, Austria, Italia y Reino Unido. Generalmente para entidades grandes y con ratings de doble A.

La mejora del mercado, la caída de la volatilidad y el optimismo que ha suscitado el mecanismo de rescate anunciado por la UE y el FMI han servido para rebajar tensión, hasta el punto de que algunas entidades se han atrevido incluso a emitir deuda sénior, segmento en el que deben pagar diferenciales más altos.

El total emitido por esta vía ha sido menor, apenas alcanza los 9.350 millones, pero ha vuelto a ser una opción para entidades como ING, Credit Suisse London, BNP Paribas, Rabobank, Groupe BPCE, Nordea, Barclays y RCI Banque, que se han decantado fundamentalmente por plazos más cortos, de tres años. Esta semana la menor tensión también se ha hecho sentir y Nordea se han atrevido con una emisión a 10 años, muy demanda, mientras que ayer Standard Chartered emitió 1.250 millones a cinco años ayer.

Las cédulas, en cualquier caso, han ganado por goleada. "Tienen mucha más liquidez. Están vinculadas a carteras hipotecarias o territoriales y muchas veces tienen mejor rating que el propio emisor", explica Gerard Drake, responsable de mercado de capitales de Deutsche Bank. "No sólo es un instrumento importante para generar liquidez, puesto que las entidades lo pueden utilizar como colateral para obtener fondos del BCE, además es un producto incluso mejor que la deuda pública. Por un lado tiene el respaldo de la entidad que lo emite, por otro los flujos de caja de la cartera hipotecaria a la que está ligado y en tercer lugar el resto de la cartera hipotecaria de la entidad", explica Enrique Pérez-Hernández, profesor del IEB.

Mejoras en el mercado corporativo

Las emisiones de deuda empresarial también empiezan a animarse aunque la actividad en este segmento sigue siendo baja. En mayo y junio las emisiones realizadas apenas superan los 7.000 millones, según datos de BBVA a 17 de junio y muchas de las colocaciones realizadas no han alcanzado los 500 millones de euros, nivel mínimo que suelen aceptar muchos gestores para acudir a este tipo de ofertas, pues es una cantidad que garantiza la liquidez de la colocación."Muchas empresas no han emitido porque no tienen necesidad", explica Irene Pastoriza, de BNP Paribas. Y es que muchas empresas que ya han hecho los deberes para este año prefieren esperar a que se relajen algo los spreads. En cualquier caso hay síntomas positivos. "Eni ha cerrado una emisión a 10 años con el mismo diferencial que el Estado italiano", añade Pastoriza. En el caso español también ocurre con algunas empresas como Iberdrola, síntoma de que se ven sólidas.

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