Los máximos del petróleo y el euro deprimen las Bolsas

Los datos macro y las palabras de algunos gurús insuflaron ayer renovados ánimos a los temores que atenazan en los últimos tiempos a los mercados. Curiosamente, el Ibex 35 fue el que se llevó la peor parte entre todos los índices europeos, ante la debilidad de sus principales estandartes. Telefónica bajó un 2,18%; Santander, un 1,93%; BBVA, un 2,47%; Iberdrola, un 2,71%; y Repsol, un 3,76%. Entre las compañías más vapuleadas por las órdenes de venta, destacaron las que tienen algo que ver con el ladrillo, como Sacyr (-6,93%), que además presentó resultados, Colonial (-5,38%) y Acciona (-3,85%). Sólo tres empresas del selectivo -Iberdrola Renovables (1,71%), Grifols (0,79%) e Indra (0,60%)- lograron soslayar los números rojos.

Lo único realmente positivo según los expertos es que las caídas se produjeron con un reducido volumen de negocio de sólo 3.999,8 millones de euros en el conjunto del continuo. El Ibex 35 se ha quedado próximo a su soporte de 12.722 puntos, que representa la parte baja del rango lateral en el que se ha movido desde febrero (véase gráfico). 'Por debajo de dicho nivel, aumentaría el riesgo bajista hacia los mínimos del 22-23 de enero', señalan desde Urquijo Bolsa.

En cualquier caso, el español fue el peor índice con diferencia del Viejo Continente y firmó incluso su quinta peor sesión de 2008 con una caída del 2,34%. El Ftse británico bajó un 1,12%; el Cac francés, un 1%; y el Dax alemán, un 0,86%. Las causas de las caídas son varias, si bien se suman los elementos de siempre. Las entidades financieras volvieron a convertirse en la correa de transmisión del miedo tras las palabras del gurú Warren Buffett. El multimillonario estadounidense aseguró que 'la fiesta ha terminado' para las aseguradoras, que verán reducir 'significativmente' sus márgenes, lo que desató los números rojos de este tipo de valores: Allianz bajó un 1,7%; Axa, un 1,82%; y Aegón, un 1,81%.

Por si fuera poco, Buffett aseguró también que la economía estadounidense ya está en recesión si se utiliza una definición de sentido común. A esta sensación contribuyeron además los datos económicos presentados ayer al otro lado del Atlántico, como el gasto en construcción, que cayó un 1,7% en enero, frente al 0,7% previsto, y el índice ISM manufacturero, que se sitúo en 48,3 puntos en febrero, lo que implica, al quedar por debajo de los 50 puntos, una contracción en el sector. A pesar de todo, los números rojos apenas asomaron al cierre en Wall Street. El Dow Jones se dejó un 0,06% y el Nasdaq un 0,57%. El Standard & Poor's 500 subió un 0,05%.