Italia salva con tibieza la primera subasta tras el apoyo del BCE

Italia salvó con modestia ayer la primera subasta de bonos desde que el BCE empezara a comprar deuda del país en el secundario. Colocó 7.743 millones en bonos a 10 años, siete y tres años con una menor demanda que no logró calmar el nerviosismo del mercado. La prima de riesgo de Italia, país que afronta vencimientos por 61.691 millones en septiembre, subió hasta 297,6 puntos básicos.

Aun así, prueba superada. Italia captó ayer en el mercado 7.743 millones de euros en bonos, cerca del máximo de 8.000 fijado como objetivo y lo hizo a unos tipos inferiores gracias a la caída de rentabilidades derivada de las compras de deuda del BCE en las últimas tres semanas. La menor demanda, no obstante, se interpretó como un síntoma de nerviosismo ante los abultados vencimientos que afronta en los próximos meses y la avalancha de papel que aún debe colocar para afrontar tanto estos pagos como la generación de déficit.

En este contexto, la rentabilidad del bono italiano a 10 años pasó del 5,088% al 5,129%, lo que amplió el diferencial con la deuda alemana a los 297,6 puntos básicos. Un incremento que llegó a ser más pronunciado tras la subasta y que se suavizó, según se especulaba ayer en el mercado, por la intervención del BCE para frenar la ampliación de las primas de riesgo. La de España se amplió a 288 puntos.

Y es que el resultado de la subasta no convenció del todo. Italia vendió 3.750 millones de euros en títulos a 10 años y medio a un tipo medio del 5,22%, inferior al 5,77% de julio pero con un ratio de cobertura de 1,27 veces que resultó menor a las 1,38 de la anterior subasta. Una tendencia que se repitió en la subasta de bonos a tres y siete años. En la primera colocó 2.999 millones con una sobresuscripción de 1,315 veces (frente a las 1,38 de julio) a un tipo del 3,87%, mientras que en la segunda vendió 994 millones con un ratio de cobertura de 1,667 veces (inferior al 1,76 de julio) a un marginal del 4,52%.

Una menor demanda que obedece en parte a la preocupación por los próximos compromisos de Italia. En septiembre el país afronta una gran prueba pues debe hacer frente a vencimientos por 61.690 millones de euros en letras (15.700) y bonos (45.991). En total, de aquí a finales de año afronta amortizaciones por 121.029 millones de euros. Se estima que solo en bonos deberá emitir unos 75.000 millones en lo que queda de ejercicio.

"Los niveles de demanda eran en cierta medida esperados por las rentabilidades del secundario y el hecho de que el BCE esté comprando. Que esté interviniendo reduce la posibilidad de generar beneficios en el secundario, lo que hace que una parte de la demanda se retraiga", explica Borja Gómez, de Inverseguros, experto que espera una tendencia similar en la subasta de mañana del Tesoro español.

Este organismo espera captar entre 3.000 y 4.000 millones en bonos a cinco años. Un acontecimiento que prepara el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, quien se reúne hoy en Londres con un grupo de inversores, a los que, explicará las últimas medidas adoptadas por el Ejecutivo.