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La entidad volverá a cotizar el 24 de noviembre

La intervención afecta a 50.000 pequeños accionistas en Banco de Valencia

Banco de Valencia volverá a cotizar el jueves, aunque la entidad, intervenida ayer por el Banco de España, ni siquiera ha presentado sus cuentas del tercer trimestre. Cerca de 50.000 pequeños accionistas están atrapados.

Una sucursal de Banco de Valencia, en Barcelona.
Una sucursal de Banco de Valencia, en Barcelona.BLOOMBERG

Ni en Caja Castilla La Mancha (CCM), ni en Cajasur, ni en Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) se produjo lo que va a ocurrir con Banco de Valencia. Todas estas entidades fueron intervenidas por el Banco de España, pero el daño a los pequeños inversores fue mínimo. En las dos primeras, porque carecían de accionistas minoritarios, y en la CAM porque, pese a existir las cuotas participativas, estas nunca fueron suspendidas de negociación en la Bolsa.

La CNMV tomó cartas en el asunto el lunes por la tarde al paralizar su negociación en Bolsa y, pese a que fuentes financieras apuntaban que no se esperaba que volviera a cotizar a corto plazo, finalmente cotizará de nuevo el jueves. La entidad, que ha sufrido fuertes altibajos en el parqué desde comienzos de ejercicio, alcanzó un máximo en febrero a 3,85 euros por título y ayer terminó a 0,74 euros. En 2011 se hunde un 77%.

Además de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia y titular del 27,3% del capital de Banco de Valencia, este contaba con 49.569 pequeños accionistas al cierre del primer semestre, que quedarán atrapados por un periodo de tiempo indeterminado.

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También permanecen en la entidad diversas familias de la burguesía valenciana, como los Noguera (controlan el 5% a través de Libertas 7), los Soriano, propietarios de Porcelanosa (3,2%), y los Aznar, fundadores del grupo textil Marie Claire, que tienen presencia a través de dos sociedades: Unión de Valores (6,2%) e Intercartera (5%).

Fuentes financieras explican que todavía quedan muchos puntos por aclarar. Ni siquiera ha presentado las cuentas correspondientes al tercer trimestre del año, cuando el plazo concluyó el pasado 15 de noviembre. Una portavoz de Banco de Valencia ha declinado hacer comentarios sobre esta información.

La jugada de Rato

Pese a que no suena bien que el Banco de España intervenga una entidad financiera, la jugada le ha salido bien a Rodrigo Rato. Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia y titular del 27,3% del Banco de Valencia, se ha quitado un peso de encima con la entrada del FROB en la entidad levantina.

El supervisor anunció ayer su desembarco en la entidad levantina de la mano del FROB, le inyectará 1.000 millones de capital y pondrá a su disposición una línea de liquidez de hasta 2.000 millones de euros. Si Ordóñez no hubiera tomado las riendas, BFA se hubiera visto obligada a entrar en una ampliación de capital casi imposible.

Para captar el importe que le inyectará el FROB, hubiera tenido que realizar una ampliación de casi el 330% de su capital actual, y eso sin aplicar ningún tipo de descuento. La dilución que se avecinaba a los accionistas era, en el mejor de los casos, del 77%. Hubiera tenido que aportar, conforme a su participación, unos 270 millones de euros. Siempre como mínimo, ya que, si el resto de socios hubiera declinado acudir, la cifra potencial asciende a los 1.000 euros finalmente inyectados.

Banco de Valencia contaba tras su suspensión de negociación con una capitalización de 364,5 millones de euros, mientras que sus fondos propios eran de 1.238 millones de euros a finales de junio, las últimas cuentas presentadas a la CNMV. Sus activos representan el 0,74% del sistema financiero español.

La entidad era un peso muerto para Bankia y su matriz, con 700 millones de suelo en balance, de los que casi 300 son suelo no urbanizable. Las coberturas totales para este apartado son 134 millones. Como informó CincoDías.com, el destino más probable para Banco de Valencia era acabar en manos del FROB.

La matriz de Bankia limita así a unos 338 millones las pérdidas en Banco de Valencia (el 27,3% de los 1.238 millones de fondos propios), una entidad sin interés estratégico para el banco presidido por Rodrigo Rato. La salida de Olivas de la vicepresidencia ejecutiva de Bankia y vicepresidente de su matriz, permite además reforzar el poder de Caja Madrid en la entidad.

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