Ciao 10.000

Grecia, Portugal y ahora Italia. La pasada semana, Grecia aceptó apretarse el cinturón y las noticia despejó los temores: se desbloquearía la ayuda financiera que le ayudaría a hacer frente a sus pagos más inmediatos. El optimismo reinaba y la crisis de la eurozona parecía parcialmente solucionada.

Pero hay más periféricos con problemas económicos. Portugal y la delicada situación de sus finanzas públicas se convirtieron en el siguiente foco de atención. Moody's decidió rebajar la calificación de la deuda lusa a bono basura tras señalar que dudaba de la capacidad del país para hacer frente al pacto con la UE y el FMI. Las alarmas no tardaron en encenderse.

Sin embargo, Jean-Claude Trichet, que subió el precio del dinero, decidió dar un respiro. El presidente del BCE explicó que aceptará la deuda pública portuguesa como aval a la hora de conceder liquidez, independientemente de la nota de solvencia que tenga el país. Con esto, el banco central convertía en papel mojado la decisión de Moody's e intentaba inyectar un poco de optimismo en los maltrechos mercados.

Hoy, pese a todo, Italia se ha encargado de añadir más miedos. El mercado no se fía de la capacidad italiana para reducir su abultadísima deuda y los rumores que apuntan a que dos bancos del país (Intesa y Unicrédit) podrían no aprobar los test de estrés europeos no han ayudado en absoluto. Como ingrediente añadido, la tasa de paro de Estados Unidos ha registrado el nivel más alto desde diciembre, al crear 18.000 puestos de trabajo frente a los 110.000 esperados.

En este contexto, el Ibex se ha desplomado un 2,53% que se ha llevado por delante los 10.000 puntos, mientras que la semana se ha saldado con un descenso del 5,28%. En el resto de Europa, Londres, París y Fráncfort también han sido objeto de venta, pero de manera más moderada. La Bolsa italiana, sin embargo, ha recortado un 3,4%.

El mercado de deuda también ha sufrido. El diferencial del bono español a 10 años con el alemán al mismo plazo se ha elevado hasta 285 puntos básicos y la rentabilidad ha ascendido al 5,67%. Por su parte, el interés de la deuda irlandesa se ha disparado hasta el 12,92%, el de los bonos griegos se sitúa en 16,85% y el de los italianos se ha elevado hasta el 5,27%.

En cuanto a los valores, los bancos han sido los más perjudicados. BBVA ha recortado un 4,93%, Sabadell se ha dejado un 4,77%, Popular ha cedido un 4,18%, Santander se ha dejado un 3,81% y Bankinter lo ha hecho en un 3,14%.

En el mercado de divisas, el euro se cambia a 1,4255 dólares.