Ibercaja y Liberbank pedirán ayudas públicas para sanear su cartera
El grupo que desde hace una semana conforman Liberbank, Ibercaja y Caja 3 (estas dos últimas previamente fusionadas) ultima el plan de saneamiento de activos inmobiliarios que deben presentar al Banco de España el próximo lunes, como tarde. Parte de la estrategia de la unión de cajas medianas pasará, según fuentes de las propias firmas, por solicitar ayudas públicas que el Gobierno ha ofrecido en forma de bonos contingentes convertibles, bautizados como cocos en el argot financiero.
Por separado, la primera reforma financiera -que incrementó las dotaciones por activos adjudicados- supuso una factura de unos 467 millones de euros netos a Ibercaja y unos 465 millones más a Liberbank. El segundo decreto, aprobado en mayo por el Ejecutivo para penalizar el llamado crédito sano concedido al sector inmobiliario, sumó otros 432 millones netos para la entidad aragonesa y 496 para la asturiana. Unas cifras a las que habría que sumarles la carga adicional que aporta Caja 3, con unos 400 millones por el primer decreto y 265 más para cubrir su riesgo crediticio. En total, el nuevo grupo tendrá que afrontar un coste de unos 3.700 millones de euros en bruto para cubrir sus saneamientos, que se quedan en algo más de 2.500 millones netos, según los cálculos de las entidades. Estas subrayan, sin embargo, que no toda la factura se pagará mediante las inyecciones de fondos públicos y que la generación de resultados y las emisiones privadas podrían jugar un papel importante. Después de todo, el hecho de fusionarse da al grupo la opción de acabar los deberes en dos años en lugar de en uno y los cocos no se reciben de forma gratuita, sino que tienen un coste anual del 10% en intereses.
La fusión de Ibercaja y Caja3 con Liberbank supondrá la creación de la séptima entidad del mercado español por volumen de activos en el país, con unos 114.000 millones de euros. La cifra supera la barrera de los 100.000 euros que Economía considera necesaria para facilitar a las entidades el acceso a financiación en los mercados.
BMN sigue buscando pareja de baile
La nueva factura en saneamientos inmobiliarios que arrojó la segunda reforma financiera dio al traste con la fusión que venían preparando BMN y Liberbank, que se revelaron como los eslabones más débiles en el grupo de cajas medianas. Un hecho que se constató la pasada semana al anunciarse la unión de Liberbank e Ibercaja. Una eventual integración de BMN en el nuevo grupo no es descartable pero parece improbable a estas alturas. Fuentes cercanas a la entidad apuntan que BMN tratará de presentar un plan de saneamiento en solitario y que solo después cerrará algún tipo de matrimonio. La entidad ha retomado conversaciones con múltiples grupos entre los que destacan Unicaja, con quien ya suspendió una operación por desavenencias con su directiva, y con Kutxabank, entre otras.