Hollande insta a Merkel a mejorar el rescate a la banca española

Llevamos dos años y medio diciendo que Europa está salvada y, a continuación, que está bajo amenaza. Mientras no tengamos mecanismos duraderos estables y eficaces, seguiremos siendo vulnerables. Ha habido demasiados consejos europeos en los que se ha dicho que se ha encontrado la solución definitiva", denunciaba ayer el nuevo presidente francés, François Hollande, desde Roma, donde constató su papel de contrapunto al liderazgo que viene ejerciendo Alemania, y su doctrina de la austeridad, en la crisis europea. Preguntado por el aparente fracaso del plan de rescate anunciado para la banca española, que ayer no impidió un nuevo máximo para la prima de riesgo del país, Hollande aseveró que la "solución se ha encontrado" pero que "hace falta que se aplique". Para eso, adelantó, hará falta "mejorar el dispositivo de ayuda con la canciller" Angela Merkel.

"Necesitamos instrumentos que puedan movilizarse rápidamente para actuar ante estas situaciones económicas", avanzó ayer Hollande, que viene defendiendo que el fondo de rescate europeo pueda inyectar dinero directamente a las entidades financieras con problemas, sin pasar por los Estados. Una posibilidad que, por el momento, está vetada para el mecanismo temporal, el FEEF, y que está por ver para el permanente, el MEDE. Este debería entrar en vigor el 1 de julio. Para ello, sin embargo, necesita ser ratificado por un grupo de países que suscriba el 90% de sus fondos. Por ahora, con la llamativa ausencia de Alemania, solo ha sido firmado por Francia, Grecia y Eslovenia. "Europa necesita instrumentos que permitan mantener a la banca y al Estado para que dejen de estar en esta situación tormentosa", resumió Hollande, que reclamó "imaginación para encontrar estos instrumentos financieros".

"Lo que se ha hecho no es poco, pero a menudo no ha sido suficiente", coincidía el primer ministro italiano, Mario Monti, con quien Hollande se reunió para preparar el encuentro que protagonizarán la próxima semana junto a Merkel, y al presidente español, Mariano Rajoy. "Hemos hablado de cómo actuar a nivel financiero para fortalecer la situación de los países frente a los mercados", resumió Monti.

Su intervención, pasadas las siete de la tarde, contrastó con la que protagonizaba por la mañana, en Berlín, Merkel. "Alemania está ahí, es el motor económico y responderá en favor del bienestar común de todos, al servicio de todos", aseguró ayer la canciller germana para advertir, acto seguido, que "la fortaleza de Alemania no es infinita" y, por tanto, que las "ayudas" que presta al resto de Estados de la Unión Europea "no son ilimitadas". Un discurso de apariencia amable pero con un fondo duro, en el que Berlín deja caer que su apoyo a la eurozona, en cuarentena hasta las elecciones griegas del domingo, y el auxilio a sus socios, como el que requiere ahora España, no es un cheque en blanco.

Es precisamente este rígido argumentario el aspira a flexibilizar Hollande, quien busca el apoyo de Monti y Rajoy. Mientras Merkel recordó que la tensión a la que está sometida España proviene de una "década irresponsable" que el país debe revertir, Hollande aseveró que los mercados están sentando "diferencias que no están justificadas" entre los países de la eurozona, y que es esta quien lo debe solucionar.

Donde convergieron los discursos galo y germano es en la necesidad de apuntalar una mayor unión financiera europea. Después de todo, la banca de ambos países tiene mucho que perder si prosigue la crisis soberana. Así lo ponen de manifiesto los datos del Banco de Pagos Internacionales (BIS) en el informe recién publicado sobre el sistema financiero mundial, que usa cifras del cierre de 2011. Por mucho que el dinero extranjero haya huido de España e Italia ante el aumento del riesgo, los bancos de Alemania y Francia siguen atrapados con ingentes cantidades de dinero. De hecho, su exposición a las economías española e italiana suma 730.000 millones de euros. En concreto, el sector germano es dueño de casi el 20% de los 740.517 millones de euros que debe el país a bancos internacionales. Francia se queda en el 15%.