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La cumbre de Cannes pone en marcha un plan de estímulo

El G-20 reclama a Alemania, China y EE UU un impulso al crecimiento mundial

La cumbre del G-20 en Cannes tiene previsto aprobar hoy un plan de estímulo al crecimiento mundial que incluirá una llamada a países como Alemania y China para que reinviertan parte de su descomunal superávit comercial. Los líderes de los países desarrollados y emergentes también discutieron ayer la duplicación de los recursos del Fondo Monetario Internacional para ampliar las ayudas de ese organismo a los países en dificultades.

El G-20 reclama a Alemania, China y EE UU un impulso al crecimiento mundial
El G-20 reclama a Alemania, China y EE UU un impulso al crecimiento mundial

La proximidad del abismo, en forma de una doble recesión en buena parte del planeta, obligó ayer a los líderes del G-20 a olvidarse de nuevo de las grandes iniciativas de ese foro, como la reforma del sistema monetario internacional, el diseño de una nueva arquitectura financiera o la dimensión social de la globalización.

Todos esos asuntos se analizaron ayer de manera somera en la primera jornada de la cumbre y aparecerán recogidos hoy, con toda probabilidad, en las conclusiones del encuentro que pone fin a la presidencia francesa del G-20. Incluso se contó con la visita de Bill Gates, que presentó a los líderes un informe sobre ayuda al desarrollo.

Pero aparte de las cortesías con el multimillonario informático retirado, la mayor parte del debate giró en torno a "las medidas que se deberán acometer a corto y medio plazo", en palabras de una fuente diplomática, "para estabilizar los mercados y recuperar de nuevo el crecimiento".

El dramático escenario de fondo lo presentó el Fondo Monetario Internacional, con los datos que prevén una ralentización del crecimiento mundial en 2012 tanto en las economías avanzadas (donde se espera un 1,9% en lugar del 2,6% previsto hace seis meses) como en las emergentes (6,1% en lugar de 6,5%).

Para evitar el riesgo de un nuevo descalabro, el G-20 parece dispuesto a poner en marcha un plan de estímulo, aunque de proporciones mucho más limitadas que el billón de dólares anunciado en la cumbre de hace dos años en Londres presidida por Gordon Brown, entonces primer ministro británico.

El actual anfitrión, el presidente francés Nicolas Sarkozy, deberá conformarse con un llamamiento a la inversión y el gasto mucho más modesto y solo dirigido a los países con margen de maniobra fiscal. La vicepresidenta del gobierno español, Elena Salgado, reconoció que España no dispone de ese margen y figura entre los países que "deberán seguir haciendo medidas de ajuste y reformas". Pero la situación es más holgada en otras economías y Salgado apuntó, en concreto, a "los países que tengan un superávit comercial, y los hay en todas las zonas del mundo".

Dentro de la zona euro, sin ir más lejos, el principal destinatario del mensaje es Alemania, país que disfruta de un superávit del 6% en la balanza por cuenta corriente, frente al 2% de déficit de Francia, el 3% de Italia o el 5% de España. "Berlín debe estimular su demanda interna e incentivar la inversión privada", señalaron fuentes al tanto de la negociación en Cannes.

En Asia, las miradas se giran hacia China, país del que se espera tanto un reequilibrio entre demanda interna y exportación, como el desarrollo, siempre postergado, de una sistema de protección social que mejore la calidad de vida y la capacidad de consumo (también de servicios) de cientos de millones de ciudadanos del país de Hu Jintao.

Pero el G-20 también espera que EE UU mantenga sus políticas de expansión, a pesar de su enorme déficit fiscal y comercial. Y de Japón llegará una importante contribución (equivalente al 4% de su PIB) en forma de inversiones necesarias para recuperarse del desastre de Fukushima.

Un FMI más potente

El FMI también podría ser otro vehículo de estímulo y el G-20 estudió ayer una ampliación de su capacidad de financiación, cifrada en 391.000 millones de dólares anuales. Algunos países, como Gran Bretaña, se mostraron dispuestos a ampliar esos recursos y algunas fuentes calculan que se podrían alcanzar los 900.000 millones de dólares. El presidente de EE UU, Barack Obama, no parece sin embargo partidario de ese cambio, porque obligaría a otorgar más poder en el organismo a los países emergentes como China, India o Brasil.

Y es que en la mesa de reuniones, en la que a pesar del nombre del foro se sentaron 30 hombres y tres mujeres entre presidentes de Gobiernos y de organismos multilaterales, cada interviniente descubría con facilidad los problemas del vecino pero parecía resistirse a recibir lecciones sobre los propios.

Obama, por ejemplo, se apresuró a exigir a Europa una solución de la crisis de la de la deuda soberana, que el lunes, con el anuncio de un referéndum en Grecia sobre el plan de ajuste, había entrado en una fase esperpéntica. "El aspecto más importante de nuestra tarea en los próximos dos días será resolver la crisis financiera en Europa", señaló el presidente estadounidense. Cuando se trata del problema global, Obama no parece tener tanta prisa.

BNP vende sus bonos españoles

Resultados trimestrales:El primer banco francés no quiere saber nada de deuda española. BNP Paribas anunció ayer que en el tercer trimestre se ha desprendido de bonos nacionales valorados en 2.200 millones de euros y apenas retiene 500 millones en balance. El descenso es del 81,5%.La entidad también corrige a marchas forzadas su exposición a Italia. Ha vendido deuda soberana transalpina por 8.300 millones, un 40% del total que tenía. Retiene 12.200 millones.Estas medidas se encuadran dentro del proceso de reducción de riesgos en el grupo parisino. El resultado del tercer trimestre de BNP se ha visto muy mermado (-72%) por la mala marcha del negocio de banca de inversión y las provisiones ligadas a la quita griega. La entidad ha depreciado un 60% los bonos públicos helenos, lo que le ha costado 2.094 millones de euros.Las actividades minoristas en Francia, Benelux, Italia y Turquía sostienen al grupo, que logra un beneficio a septiembre de 5.285 millones, un 16% menos. Aunque ganó menos de lo previsto durante el verano, BNP subió ayer en Bolsa un 7,53%, tras bajar su riesgo en la periferia de Europa.

Otro bróker de EE UU amenazado

Crisis de la deuda soberana:La quiebra de MF Global, el bróker estadounidense que el pasado lunes se declaró en suspensión de pagos por su elevada exposición a la deuda soberana de la zona del euro, ha contagiado las sospechas sobre otras firmas de inversión. Ayer, Jefferies, uno de los grupos de servicios de inversión independientes más importantes de EE UU, se colocó en el disparadero.Sus acciones se desplomaron en la apertura del mercado un 20%, al calor de los rumores sobre su exposición a la deuda periférica. Ello provocó que su cotización tuviera que ser suspendida en dos ocasiones temporalmente y obligó a la compañía a atajar estas especulaciones en una nota de prensa. En ella, el bróker aseguró que no tiene una "exposición neta significativa" a deuda europea. Explicó que la exposición neta a deuda de países como Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España se sitúa en tan solo 38 millones de dólares, lo que supone en torno al 1% de su cartera de negociación propia.Jefferies cuenta con una capitalización bursátil de unos 2.200 millones de dólares.

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