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Mercados

Los fondos de empresas en quiebra aumentan su atractivo con la crisis

Los fondos de inversión que invierten en compañías en quiebra vuelven a estar de moda. Sólo en el primer semestre de este año se han captado 23.700 millones de dólares (17.360 millones de euros), cinco veces más que en todo 2007. Los expertos consideran que estas cifras se van a incrementar durante los próximos trimestres debido al endurecimiento de la crisis.

La crisis que arrasa los mercados financieros desde hace ya más de un año ha abierto el camino de nuevas oportunidades de inversión. Se trata de los fondos distressed, es decir, aquellos que invierten directamente en el capital o compran deuda de compañías en quiebra por la mala gestión de sus directivos o por su elevado endeudamiento. 'Es una de las estrategias utilizadas por los hedge funds, que consideran que pueden reflotar una empresa en el plazo de un año. Si se trata de reestructuraciones más fuertes suele entrar el capital riesgo', explica Juan Ramón Caridad, director de inversiones institucionales de Atlas Capital.

Las malas perspectivas económicas han disparado las previsiones de quiebras para los próximos meses, lo que aumentará la oferta para esta industria. Moody's estima que dentro del segmento high yield, aquel con calificaciones inferiores a doble B (el máximo escalón que conceden las agencias de rating es triple A), se incrementarán un 5% las bancarrotas. Un grupo que supondría un volumen adicional de 50.000 millones para este tipo de fondos. A finales de 2007, su patrimonio se cifraba en 105.451 millones de dólares, frente a los 29.279 millones de cinco años antes. Y en el primer semestre de este ejercicio se han captado ya 23.700 millones, cinco veces más que en todo 2007. Aún así, los hegde funds distressed sólo suponen el 5,64% del patrimonio total de esta categoría de fondos, según los datos de Man Investment.

Burbuja tecnológica

En Arcano Investment afirman que 'el principal atractivo de esta clase de activos es la combinación de elevados cupones, debido al alto diferencial aplicado a las emisiones sobre la tasa libre de riesgo y al fuerte descuento con que se adquieren como consecuencia de las necesidades de liquidez que sufren los tenedores de la deuda'. El responsable de grandes patrimonios de la firma, Juan Jesús Gómez, explica que sólo en Estados Unidos se esperan más quiebras que las que se produjeron entre 2001 y 2002, con el pinchazo de la burbuja tecnológica y la caída de Enron, una de las mayores bancarrotas de la historia. Entonces, se acogieron a esta situación jurídica un total de 400 empresas con un endeudamiento superior a 100 millones de dólares cada una, con lo que el montante total ascendió a 700.000 millones de dólares. En España, en los dos últimos años se han realizado operaciones financieras de private equity en empresas de mediana capitalización por 9.500 millones, una cifra de la que el 80% corresponde a deuda. Arcano prevé que de esta cantidad alrededor de 750 millones podrían estar disponible para su venta a corto plazo.

Todas estas cifras respaldan las expectativas de que estos fondos recibirán un nuevo impulso. 'Esperamos un mayor número de fondos, así como se aumente la exposición a este tipo de estrategias dentro de las carteras', comentan en Man Investments. En cuanto al número de quiebras, la firma estima que en los próximos trimestres los crecimientos rondarán el 10%.

El secreto de este negocio está en descubrir las gangas a tiempo. 'Un gestor especializado puede detectar que existe una diferencia entre la valoración entre el precio de mercado de unos títulos (los bonos de Lehman Brothers, por ejemplo, han seguido cotizando a pesar de que la entidad ha quebrado) y el precio al que considera que se van a vender los bonos cuando se produzca la liquidación de la compañía', explica Carlos Fernández, responsable de análisis de fondos de Inversis Banco. En este tipo de operaciones, los gestores buscan una tasa de recuperación que puede oscilar entre el 40% y el 50%.

Pero es crucial elegir el momento oportuno. En el primer semestre, los índices de hedge funds distressed arrojan pérdidas -en septiembre el HFR ha bajado un 4,25%- debido a que algunos de ellos invirtieron en compañías cuyos precios consideraban atractivos, pero el mercado ha seguido cayendo. Para Juan Ramón Caridad, es una opción adecuada para 2009. 'Ahora es demasiado pronto porque los hedge funds van a sufrir fuertes reembolsos en este trimestre y esto va a influir en sus estrategias. Necesitan que alguien les preste dinero para estas operaciones y todavía los mercados de crédito no están normalizados', explica.

Otra de las peculiaridades de esta industria es que existe una amplia gama de modalidades para formar parte de ella. 'A diferencia de los gestores con un perfil más financiero, estos fondos se implican en mejorar la gestión de la empresa en crisis. Hay varios vehículos: comprar bonos de compañías valorados con descuento, entrar en el capital o tomar una posición minoritaria', señala Ignacio Sarriá, responsable de private equity de Arcano Investment.

Algunas de las claves de la estrategia 'distressed'

Rating. Estas emisiones no cuentan con ningún rating, como es lógico. El escalafón del high yield, corresponde a bonos de alto rendimiento calificados con doble B como máximo y el siguiente investment grade (máximo grado de inversión), es el correspondiente a compañías triple A.Complejidad. La estrategia de inversión está diseñada por gestores de hedge fund o firmas de capital riesgo. Existen varias modalidades, que van desde la compra de bonos de las empresas hasta la participación en su gestión con la entrada en su capital para reflotar la compañía o sanearla para posteriormente venderla en partes.Diversificación. Con más motivo aún que en otras inversiones más conservadoras, los gestores recomiendan diversificar por emisores, sectores y tramos de deuda para intentar diluir el efecto de posibles impagos.

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