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El BCE contenta al mercado y sitúa el precio oficial del dinero al 1,25%

Draghi sorprende con una rebaja de tipos y augura una "recesión suave"

El presidente del BCE, Mario Draghi, sorprendió ayer al rebajar un cuarto de punto los tipos de interés, hasta el 1,25%. Si bien los mercados celebraron el recorte, la decisión del BCE evidencia el frenazo económico que sufre la eurozona. Draghi, que mantendrá su política de compra de bonos, evitó anunciar medidas de apoyo más expeditivas para los países en problemas.

El presidente del BCE, Mario Draghi, en la sede de la institución monetaria.
El presidente del BCE, Mario Draghi, en la sede de la institución monetaria.

El primer consejo de gobierno del BCE presidido por Mario Draghi desembocó en una inesperada reducción de los tipos de interés, la primera desde 2009. Una medida que la inmensa mayoría de expertos esperaba que se produjera en diciembre.

Como Jean-Claude Trichet -su antecesor en el cargo- el banquero italiano reiteró que el principal mandato del BCE es el control de la inflación, sin embargo, su primera decisión sugiere un cambio de rumbo en política monetaria que deberá confirmarse en los próximos meses. En cualquier caso, que el BCE abarate el crédito refleja la debilidad de la economía. De hecho, Draghi, no descarta "una leve recesión" en esta última parte del año.

Abaratar la financiación supone un aldabonazo para la actividad de la UE y, especialmente, para países como España, cuya economía se estancó en el tercer trimestre de este año, según las estimaciones del Banco de España.

A diferencia de Trichet, Draghi evitó utilizar conceptos que permitieran elucubrar acerca de futuros recortes de tipos. "Nosotros nunca anticipamos nuestras decisiones". Su antecesor había creado una auténtica jerga para lanzar señales a los mercados. Con todo, analistas como Marie Diron, de Ernst & Young, opinan que la referencia a la recesión de Draghi supone abrir la puerta a nuevos recortes.

De la misma forma que ningún analista había previsto una rebaja de tipos, el mercado apostaba a que el BCE anunciaría mayores intervenciones en el mercado de deuda soberana. Se equivocaron en ambas apreciaciones.

Draghi, en este sentido, decepcionó a los inversores ya que evitó cualquier señal que hiciera pensar en una política más contundente de compra de bonos. En cualquier caso, apuntó que las actuales adquisiciones de deuda pública se mantendrán "de forma temporal" y rechazó dar un plazo concreto. El banquero italiano recordó que la función del BCE pasa por mantener la estabilidad de precios y no por rescatar países con problemas.

Respecto a la banca, el BCE mantendrá las políticas de liquidez acordadas en la anterior reunión, cuando se anunciaron para octubre dos subastas a 12 meses -un plazo al que no recurría desde diciembre de 2009- y otra a 13 meses que se realizará en diciembre. Además, se seguirá adelante con las subastas a tres meses previstas para enero, febrero, marzo, abril, mayo y junio.

A pesar de la insistencia de los periodistas, Draghi evitó entrar en el debate acerca del rescate a Grecia y se limitó a indicar que los tratados no contemplan la salida de un Estado miembro, una posibilidad que ha sacudido los cimientos de la UE tras el anuncio lanzado el lunes por el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, de convocar un referéndum sobre el rescate griego. Sin embargo, las presiones de la UE y la división interna del gobierno griego han paralizado la consulta.

Por otro lado, el banquero también rehusó valorar la situación de su país de origen, Italia. Aun así, indicó que los Estados miembros deben avanzar en las reformas estructurales y "establecer un sistema de pensiones sostenible". Entre otros, el destinatario de este mensaje es el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que no logra los apoyos necesarios para incrementar la edad de jubilación y aprobar un plan de ajuste suficientemente ambicioso que tranquilice a Bruselas y a los mercados.

España emite bonos al interés más alto en 11 años

El departamento que dirige Soledad Núñez consiguió ayer emitir 4.465 millones de euros, casi el máximo que se había marcado como objetivo, en bonos a dos y cinco años. El fuerte incremento de las primas de riesgo que provocó la amenaza de Grecia de convocar un referéndum sobre el plan de rescate -la española ha llegado a dispararse esta semana a máximos de 384 puntos básicos- obligó al Tesoro español a pagar los costes de financiación más altos de los últimos 11 años. Emitió bonos a cinco años al 4,885%, 0,367 puntos por encima de la subasta anterior. El volumen adjudicado ascendió a 2.853 millones de euros, pero la demanda se elevó a 4.588 millones de euros.En títulos a dos años, con un cupón del 4,25%, captó 1.612 millones de euros, frente a los 2.664 millones de euros solicitados por los inversores. En este caso, el tipo de interés marginal fue del 4,363%.La crisis de la deuda soberana de la zona del euro ha derivado en un notable incremento de los costes de financiación de los Estados. En el caso del Tesoro español el coste medio de la deuda en circulación ha repuntado en doce meses desde el 3,69% hasta situarse a finales del pasado mes de octubre en el 3,98%. En las emisiones nuevas el tipo de interés ha pasado en este periodo del 2,55% al 3,72%.Aun así, la posición del organismo que dirige Soledad Núñez es holgada, ya que en lo que va de año ha emitido deuda por un importe de 160.000 millones de euros, frente a los 192.000 millones de euros previstos para el conjunto del ejercicio.

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