_
_
_
_
_
Deuda

La discreta alternativa de las obligaciones subordinadas

Rentan en línea con las preferentes y con menos riesgos.

Las entidades financieras están encomendando su política comercial, y de paso también el fortalecimiento de su solvencia, a la venta entre sus clientes de participaciones preferentes. Pero también han comercializado en sus oficinas, de forma más silenciosa y menos masiva, emisiones de obligaciones subordinadas que entrañan menos riesgos que las preferentes y poco tienen que envidiarles a éstas en términos de rentabilidad.

En lo que va de año, bancos y cajas han comunicado a la CNMV el lanzamiento de obligaciones subordinadas por un importe de casi 4.500 millones de euros, lejos de los 12.000 millones en participaciones preferentes que tiene en cartera la banca. Y, en plena efervescencia emisora de preferentes, las subordinadas son también una digna alternativa de inversión. Bancaja, Sa Nostra, Cajastur, Caja Navarra, Caixa Penedès y, muy recientemente, Caja Duero, tienen obligaciones subordinadas a la venta en sus oficinas, mientras que Caixa Sabadell y La Caixa cerraron ya el período de suscripción de sus respectivas emisiones. La de La Caixa, por 2.500 millones de euros, es la más voluminosa de las registradas en 2009.

Las obligaciones subordinadas ofrecen un interés fijo inicial a uno o dos años que oscila entre el 5% nominal de Cajastur y el 7,5% de Caixa Sabadell, pasando por el 7,25% de Bancaja o el 5,87% de La Caixa. Después, y al igual que en las preferentes, la rentabilidad se revisa de forma trimestral tomando como referencia el euríbor a tres meses. Así, las obligaciones subordinadas de Bancaja tienen una rentabilidad inicial similar a las preferentes de la CAM, al 7,35% los dos primeros años.

Pero, a diferencia de las preferentes, la deuda subordinada tiene una fecha definida de vencimiento y unos niveles de riesgo inferiores. En caso de liquidación de una entidad, los titulares de participaciones preferentes serían los últimos en cobrar, al mismo nivel de los titulares de cuotas participativas en el caso de una caja de ahorros, sólo emitidas por la CAM. En cambio, las obligaciones subordinadas se sitúan en un lugar intermedio: sus titulares cobrarían después de los titulares de depósitos, pagarés o bonos pero por delante de los tenedores de participaciones preferentes. Además, en caso de dificultades de solvencia y de insuficiencia de recursos propios, la entidad puede suspender el pago de las preferentes.

Las obligaciones subordinadas también pueden llegar a negociarse a un precio inferior al que se pagó al comprarlas, pero al haber una fecha concreta de vencimiento el cliente tiene más garantías de una amortización por el 100%. Eso sí, la entidad emisora se reserva el derecho de amortizar los valores anticipadamente a partir de los cinco años en adelante, aunque coincidiendo con la fecha de pago de cupón.

Subordinadas versus preferentes

Vencimiento. Las participaciones preferentes son deuda perpetua, sin fecha de vencimiento. La entidad tiene la opción pero no la obligación de amortizarlas al cabo de cinco años. En las obligaciones subordinadas, normalmente emitidas a diez años, hay fecha fija de vencimiento y en caso de amortización anticipada -pasados cinco años- se realiza en la fecha de pago de cupón.Riesgos. En caso de liquidación, los titulares de subordinadas cobran antes. Además, si la entidad incurre en pérdidas dejará de pagar el cupón de las preferentes.Rentabilidad. En las actuales ofertas, la rentabilidad inicial de ambas opciones es similar y dependerá de la calidad crediticia de la entidad emisora. Si su rating es mejor, podrá permitirse ofrecer menos.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_