Los depósitos roban 80.000 millones a los fondos desde 2007

Los fondos de inversión ha sido una de las fórmulas financieras más castigadas por la crisis. Aunque los españoles fueron incrementando su participación en estos instrumentos hasta acumular en ellos más de 200.000 millones de euros de sus ahorros en 2007, desde entonces el montante no ha hecho más que menguar. En el mes de julio, la participación de particulares en fondos de inversión se redujo hasta 122.080 millones de euros, según publicó ayer el Banco de España. Se trata de la cifra más baja de toda la serie histórica, un registro que el organismo elabora desde 1997.

Semejante huida por parte de los inversores ha beneficiado en gran medida a los depósitos bancarios, que han experimentado la tendencia contraria. De hecho, las dificultades que ha atravesado la banca han llevado a las entidades financieras a iniciar una guerra de ofertas en la que han ganado la mano al sector de los fondos. Así, los depósitos han pasado de sumar 329.538 millones de los ahorradores españoles en julio de 2007 a 425.653 millones en el mismo mes del presente ejercicio.

Cuantitativamente, el continuo descalabro que llevan sufriendo los fondos en los últimos tres años frente al auge experimentado por los depósitos equivale al trasvase de unos 78.000 millones de euros de los primeros a los segundos desde el inicio de la crisis.

También en las empresas

La tendencia ha sido aún más acusada en las sociedades no financieras. Pese a que las empresas han tenido un peso menor que los hogares en los fondos de inversión, su salida de estos ha sido más descarada. De los 26.441 millones que dedicaban a ellos en verano de 2007, las compañías han reducido su participación en los fondos a menos de la mitad, 10.555 millones el pasado julio.

Del mismo modo, las empresas han reforzado su apuesta por los depósitos, a los que dirigen ya 111.405 millones de euros, en lugar de los 90.000 millones que invertían en ellos hace ahora tres años. Pese a todo, la sima en que han caído los fondos de inversión no ha coincidido con la cota más alta de los depósitos. Los instrumentos de la banca alcanzaron su mejor momento en la primavera de 2009, cuando familias y empresas dedicaban a ellos 540.000 millones de euros. La alta rentabilidad que ofrece la deuda pública desde la crisis griega ha revelado a las emisiones soberanas como la nueva gran competencia a la que se enfrentan los depósitos.