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Apreciación

El crudo y el oro recuperan el interés de los inversores ante la marejada bursátil

El oro vuelve a hacer buena su condición tradicional de valor refugio. La cotización de la onza se acercó de nuevo la semana pasada a los máximos históricos de 700 dólares y acumula una revalorización en el último mes del 4%. Otro de los activos que están sacando réditos del río revuelto de la Bolsa es el petróleo, que gana un 4% en el mismo plazo. La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) se ha ratificado en su postura de que el mundo está bien abastecido, lo que significa que no piensan aumentar su oferta de crudo en un momento en el que la temporada de huracanes del golfo de México ha vuelto a colocar al barril en 75 dólares. En el mismo periodo cede un 5,3%.

La carrera del oro empezó justo al comienzo del verano y, desde entonces, este metal precioso ha proporcionado un rendimiento de casi el 9%. Puede que no parezca demasiado, hasta que se pone en contexto con la Bolsa, que acumula tres meses consecutivos de números rojos.

La trayectoria alcista del petróleo viene, en cambio, de mediados de marzo y también es de un alcance superior. El crudo Brent, el de referencia en España, consolida en medio año una apreciación del 25%; en el mismo plazo, el Ibex cae un 0,3%.

El metal precioso y el barril de petróleo son dos valores refugio tradicionales en tiempos de crisis

Estas dos materias primas suelen tener un buen comportamiento en momentos de incertidumbre económica. Cuando los rendimientos futuros de las empresas listadas en Bolsa empiezan a cuestionarse, los inversores buscan apuestas seguras. El recurso inmediato es la renta fija de la máxima calidad, como son los bonos soberanos. El precio del bund alemán, el activo más líquido de la renta fija europea, ha aumentado casi un 11% desde julio. Pero los inversores especializados buscan más alternativas.

El oro fue el patrón que rigió las finanzas mundiales durante más de 30 años hasta los albores de la Primera Guerra Mundial; después fue pieza clave en el sistema implementado en Bretton Woods a partir de 1945, hasta que el presidente de EE UU Richard Nixon lo liquidó en 1971 al suspender la convertibilidad del dólar a oro. A pesar de ello, el metal precioso mantiene su condición de activo refugio con toda vigencia.

El petróleo cuenta a su favor con la tendencia estructural de escasez de la oferta y la elevada inelasticidad de la demanda, lo que da alas al llamado oro negro, aún en tiempos de crisis.

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