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Crisis en la deuda soberana

La bomba que se esconde tras el endeudamiento de EE UU

El mercado descarta un impago pero sí teme más volatilidad.

Las amenazas para el mercado nunca cesan y ahora que la crisis de deuda soberana en Europa ha pasado a un segundo plano tras la petición de ayuda de Portugal, los inversores empiezan a mirar la descomunal deuda de EE UU con preocupación. ¿Se convertirá en la próxima amenaza para los mercados? ¿Cambiará ahora de continente el epicentro de la crisis de deuda?

Los motivos para la preocupación abundan. El creciente deterioro fiscal en EE UU, los escasos esfuerzos de contención del gasto y el riesgo que entraña a corto plazo que el país esté a punto de alcanzar el límite de endeudamiento establecido por el Congreso se miran con mucha preocupación.

Estados Unidos acabó 2010 con un déficit fiscal del 10,6% y una deuda sobre PIB del 91,6%, y este año tendrá el mayor déficit público de los países avanzados, equivalente al 10,8%, según las estimaciones del FMI para 2011, organismo que prevé que para 2016 la deuda alcance el 111,9% del PIB.

El FMI alerta sobre el riesgo de contagio de la crisis de deuda a Estados Unidos

Unas cifras que desvelan unos desequilibrios más cercanos a los de Irlanda o Portugal, economías que se han visto abocadas al rescate, que a las de otras potencias económicas como Alemania. La diferencia es que EE UU tiene el mercado totalmente abierto y continúa financiándose sin problema. "No se puede descartar que se vea cierta presión vendedora sobre los bonos de EE UU por los desequilibrios pero no es una amenaza a corto plazo. A largo si no corrigen los desequilibrios pasará factura", advierte Borja Gómez, de Inverseguros.

Tanto es así, y a pesar de que el mercado sigue muy abierto para EE UU, que el FMI ha aprovechado para dar un primer tirón de orejas al país al instarle a acelerar la adopción de medidas para estabilizar los ratios de deuda y al alertar del riesgo de que la crisis de deuda salte al otro lado del Atlántico. "EE UU necesita adoptar medidas que le permitan cumplir sus compromisos fiscales. El temor del mercado está contenido pero un retraso en la actuación podría ser fiscalmente costoso, con los aumentos de déficit exacerbados por la subida del rendimiento de la deuda", advierte el organismo en su informe sobre Vigilancia Fiscal publicado ayer.

El endeudamiento de EE UU esconde una bomba de relojería y poco ayuda que el país esté cada vez más cerca de no poder emitir más deuda por ley. El Tesoro calcula que a mediados de mayo alcanzará el límite de 14,3 billones de dólares establecido por el Congreso, una situación que obligará al Gobierno de Obama a realizar importantes concesiones a los republicanos si quiere conseguir su apoyo para aumentar este techo. Se prevé que presente hoy un nuevo paquete de recortes de gasto y explique cómo se atajará el déficit a largo plazo.

"Es positivo ver que la reducción del déficit finalmente se va a tomar en serio, incluso si eso significa incertidumbre en el corto plazo como consecuencia de la discusión de las agendas políticas", explica David Harris, gestor de renta fija estadounidense de Schroders.

Pimco, la principal gestora de renta fija del mundo, lleva tiempo avisando que los bonos de EE UU carecen de valor y esta misma semana ha reconocido que se ha puesto corto en bonos.

Los expertos, eso sí, avisan que mientras el componente político siga dominando el mercado de renta fija, en otras palabras, mientras la Reserva Federal siga comprando deuda, los riesgos son limitados a corto plazo. "La renta fija de EE UU está politizada", avisa Juan Ramón Caridad, de Swiss & Global Iberia.

Un escenario demasiado costoso

El riesgo de impago sobrevuela EE UU pero las consecuencias que desataría algo así son tan negativas que pocos expertos dan credibilidad a un escenario tan catastrófico. Un default desataría una venta masiva de bonos, caídas en las Bolsas, el hundimiento del dólar y el oro. En definitiva una debacle de tamaño mayúsculo que haría parecer la quiebra de Lehman Brothers una mera anécdota."Hay problemas importantes como la deuda de los Estados o el riesgo de crédito de los fondos de EE UU pero antes de llegar a una situación que afecte a la deuda de Estados Unidos se tomarán medidas. Se imprimirá más dinero. Esto generará inflación y afectará a los modelos de crecimiento", advierte Juan Ramón Caridad, director general de Swiss & Global para España y Portugal.No hay que olvidar además que China es el principal financiador de la deuda de EE UU. En la actualidad posee el 26% de los bonos emitidos por el Tesoro, según Bloomberg, lo que hace más previsible que se evite el desplome del dólar.

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