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Apertura de sesión

Bolsas en Europa: a la caza de veredictos

La semana pasada fue muy interesante en casi todos los frentes, llegando al cierre del viernes dejando una serie de preguntas encima de la mesa que deberemos empezar a contestar esta semana.

Por un lado, los datos macro que hemos conocido en los últimos días han apuntalado la idea de un parón en la economía, aunque el ISM de servicios del viernes no siguió la tendencia marcada por los otros. æpermil;ste no ha importado tanto cuando se compara con el dato de empleo de mayo de Estados Unidos que queda mucho peor de lo esperado. Todo el mundo está muy contento porque ya empezamos a ver cifras de creación de empleo por encima de los 200.000 y casi llegando a los 250.000, que es la cifra mágica en donde se considera que la economía es sostenible. El llegar a esta cifra dio motivos para pensar que la Reserva Federal ya tenía lo que quería para no extender su programa de compra de bonos.

El problema al que nos enfrentábamos precisamente justo en ese momento, es que todos ya tenían previsto que en el segundo trimestre la economía daría un paso atrás, como así se ha visto, y ahora todo el mundo piensa que la Reserva Federal va a tener que hacer algo si no quiere que la economía retroceda dos pasos en vez de uno.

El eurodólar se disparó rompiendo la zona del 1.45, que es la resistencia, y ya se ha metido en 1.4639. Su reacción es la evidente cuando ponemos encima de la mesa las intenciones de la Reserva Federal y del Banco Central europeo. El primero termina a finales de este mes su programa de compra de bonos, pero el segundo tiene un posible sucesor que es partidario de otras subidas de tipos. Estos dos factores, así en frío, debería neutralizarse ya que la compra de bonos es el principal factor que debilita al billete verde y su finalización debería darle fuerza, lo que podría compensar la esperanza de subidas de tipos en la moneda única. De momento tenemos subidas en este par y eso podría llamar la atención sobre que el mercado está pensando que la cifra de empleo que conocimos el viernes es suficiente motivo como para que Bernanke pueda mantener los tipos bajos durante mucho más tiempo y a la vez se tenga que inventar algo para extender la compra de bonos, bien por invertir cupones y vencimientos de todo lo que tienen cartera o directamente inventándose una tercera parte de este programa.

La situación es complicada, ya que Estados Unidos está pegando ya al techo de gasto legal y este motivo es suficiente para que las agencias de calificación ya hayan lanzado más de una advertencia acerca del bloqueo que supone que el país no pueda seguir endeudándose. Esto significa que le toca hacer malabarismos para poder hacerlo, es decir, tener que pensar muy bien la cuantía de los recortes que ha llevado a cabo para poder ajustar el tamaño de las emisiones que tiene por delante, para asegurarse de no superar el techo. De momento lo está haciendo bien y estos recortes han retrasado su llegada, pero no por mucho tiempo.

Un veredicto sobre la situación planteada por el dato de empleo de Estados Unidos del viernes lo conoceremos en la demanda de las subastas de deuda de esta semana en ese país. También tenemos la reacción de los mercados a las elecciones de Portugal y veremos si la abstención histórica supone un freno para pensar que este país tenga apoyo suficiente en la ciudadanía para aceptar las medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y por la Unión para recibir el dinero del rescate.

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