La banca viable logra que Oliver Wyman permita periodificar el crédito fiscal

La suerte está echada. No hay más correcciones ni negociaciones. La banca española inicia hoy una carrera a contrarreloj para cerrar fusiones y reforzar su capital tras la publicación de las pruebas de estrés que miden la capacidad de las entidades para soportar una debacle económica hasta 2014.

Los resultados del examen de la consultora Oliver Wyman se publicarán tras el cierre bursátil y presentarán en rueda de prensa por el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre y el subgobenador, Fenando Restoy. Ambos desvelarán las necesidades de capital de 14 grupos bancarios que representan el 90% del sector, desglosadas por entidades.

Pero el Gobierno y la troika (BCE, FMI y UE) pretenden dar toda la solemnidad posible a la comunicación de la salud de cada uno de los bancos españoles. Para ello, tiene previsto realizar comunicaciones simultáneas en el Banco de España, la CNMV y la troika. El objetivo es eliminar por completo las dudas existentes sobre el sector financiero español y devolverle su credibilidad.

Uno de escollos en los que la banca española y sobre todo Bankia y Popular han dato más la batalla, según varias fuentes financieras, es en el cómputo de los créditos fiscales. Y es que Oliver Wyman, en unión con el BCE y Bruselas, endurecieron los criterios iniciales para calcular la solvencia y por lo tanto la resistencia de cada una de la entidades financieras españolas.

Hasta ahora el 100% de este activo fiscal diferido figura en el balance de las entidades y computa en el cálculo del core capital (principal ratio de solvencia). Pero la troika quiso adelantarse ya a los criterios de Basilea III en los test de estrés, al entrar en vigor en 2013, que eliminan la incorporación del crédito fiscal a la suma del core capital. De esta forma, las entidades españolas necesitaban más capital que el calculado inicialmente realizado.

Hasta ahora el crédito o activo fiscal podría compensarse hasta en los 18 ejercicios posteriores siempre que se generarán beneficios. Y ello, con un máximo de un 30% que es precisamente el tipo impositivo.

Los bancos, con el apoyo de Economía, criticaron este endurecimiento para calcular su solvencia, y algo na conseguido en los últimos días. La troika ha descontado un 20% del crédito fiscal por año en el cálculo del core capital, es decir, se ha conseguido periodificarlo en cinco años para amortiguar el impacto que tendría si lo restaran de una sola vez.

El problema es que solo pueden aplicar este criterio las entidades que se considern viables y pueden obtener benericios. Así, la gran perjudicada es Bnkia, cuyo efecto le hace pasar de solicitar ayudas por 19.000 millones a 26.000 millones. Los nuevos criterios son también claves para Popular, que pueden necesitarcasi 2.400 millones de euros de capital. Si es así, la fusión con BMN, que también necesita una inyección de capital podría suspenderse, pese a contar con el apoyo de Economía. Varias fuentes aseguran que la operación está siendo estudiada por Bruselas, que podría dar su negativa a que se lleve a cabo.

Una operación que ya está prácticamente rota, según todas las fuentes consultadas, es la fusión de Unicaja con Caja España Duero. La debilidad de la caja castellana, que necesitaría una fuerte inyección de capital que arrastraría a Unicaja han puesto en peligro esta operación.

Algo similar puede pasar con la fusión de Ibercaja, Caja3 y Liberbank, ante las necesidades de capital de las dos últimas. Mientras, Santander, BBVA y Caixabank sorprenden por su fortaleza. Kutxabank, Bankinter y Sabadell también aprueban los test sin necesidad de captal. Las necesidades de capital público del conjunto del sector no superarán los 60.000 millones.