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A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

La banca sube más sus precios

La gestión de los precios del crédito y del pasivo, así como de las comisiones comienzan a convertirse en la panacea de la banca para lograr salvar un ejercicio, el presente, que se ha convertido en el más complicado del sector. El cierre de oficinas y la reducción de plantilla también, según reiteró el martes el Banco de España en su informe de estabilidad financiera. Hasta ahora todos los bancos que han presentado resultados en el primer trimestre esperan que sus ganancias vayan de menos a más en el año. Pero cuando intentan explicar cómo lo van a conseguir los argumentos distan mucho de ser optimistas, sobre todo para los clientes.

Desde hace algo más de dos años los bancos y las cajas comenzaron a cerrar el grifo del crédito. La excusa del sector era hasta ahora que la demanda estaba cayendo y los proyectos solventes eran cada vez menores. "Los bancos queremos dar créditos. Es nuestro principal negocio", repetían los banqueros.

El Gobierno impuso a las cajas su transformación bajo el argumento de que se convertirían en entidades más fuertes y, por lo tanto, tendrían más capacidad para dar créditos y así contribuir a la recuperación económica del país.

Contratar un crédito será más difícil y caro aún, mientras que el interés de los depósitos bajará

Pero ahora estos argumentos, en un abrir y cerrar de ojos, han cambiado. España debe desapalancarse en más de 300.000 millones de euros para salir de la crisis. O lo que es lo mismo las empresas, familias y las Administraciones Públicas tienen un exceso de endeudamiento que debe remitir. La solución, cerrar el grifo del crédito ahora con más argumentos y razonamientos. No se puede prestar.

Este es el nuevo mensaje que han comenzado a transmitir bancos, Gobierno y supervisor. El primero en lanzar esta advertencia fue el consejero delegado de Santander, Alfredo Sáenz, el pasado jueves en la presentación de los resultados del grupo. El Banco de España fue el martes más comedido en su reflexión. La recuperación del crédito tendrá que esperar. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, fue más tajante. "Un crecimiento suave o incluso negativo es lo adecuado", señaló.

El director financiero de Banco Popular, Jacobo González-Robatto, también comparte estas opiniones. Aunque la entidad presidida por Ángel Ron sigue apostando por dar créditos, pero con matices, como todos. Popular está creciendo en cuota de mercado tanto en depósitos como en financiación gracias a los clientes que están perdiendo sus rivales y sobre todo las cajas, según dejó ayer entrever el ejecutivo.

El directivo quiso lanzar al mercado un mensaje positivo, como lo han hecho ya otros banqueros. Asegura que 2011 es "un año difícil", pero espera que los resultados del banco mejoren a lo largo del ejercicio, pese a que la situación económica española no termine de despegar.

Las dudas de los inversores sobre la solvencia de España, recordó, se traducen en una prima de riesgo que encarece la financiación del Estado y, por ende, también la de las entidades financieras y particulares.

Y coincide con la opinión de todos sus colegas, "las hipotecas van a ser más caras", lo mismo que el resto del crédito. La banca está trasladando el mayor precio de su financiación al cliente particular. Y por si esto no fuera suficiente, el hecho de que el crédito sea un bien escaso encarecerá todavía más su obtención.

A esto se le llama gestión de precios o de márgenes con clientes, algo que Popular, como el resto de los bancos, quiere mejorar para compensar el deterioro del negocio bancario.

Prácticamente todos los bancos han reconocido el daño que les ha causado en su cuenta de resultados la guerra del pasivo. Las altas remuneraciones por los depósitos irán por ello desapareciendo rápidamente.

El precio de los créditos así subirá más, mientras que el de los depósitos caerán en picado. Ah, y las comisiones subirán. Y por si esto fuera poco, la banca reducirá costes con el cierre de más oficinas. Todo para intentar aminorar la caída de los resultados este año.

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