La banca reordena sus seguros y refuerza capital

Todo el movimiento se concentra en bancaseguros. Al margen de este canal, hay pocas operaciones en el sector". Así describe un consultor de una prestigiosa firma las operaciones corporativas que cocina en los últimos meses en el sector financiero español.

La industria bancaria ha comenzado a trabajar en la venta de sus filiales aseguradoras. El contexto invita a ello. Por un lado, las nuevas exigencias de capital impuestas por el Gobierno, y de otra parte, la necesidad de poner orden en esta pata de negocio tras la concentración.

Bancos, cajas y cooperativas deben contar con un capital principal de entre el 8% y el 10% a partir del próximo 30 de septiembre, según lo impuesto por el Real Decreto Ley para el reforzamiento del sistema financiero recién publicado en el BOE. En esencia, el Ministerio de Economía y el Banco de España han adelantado parte de los deberes que impone Basilea III.

Esta dinámica es la que ha impulsado a Santander a desprenderse de la mitad de su negocio de bancaseguros en América Latina. El grupo que preside Emilio Botín había colgado el cartel de "Se vende" sobre su unidad aseguradora en 2007. Pero sus pretensiones iniciales de vender el 100% del negocio -las compañías de seguros prefieren comprar el 50% para que sus socios bancarios continúen comprometidos con la venta del producto- demoraron las negociaciones, de tal suerte que la crisis financiera internacional se echó encima y la operación pasó al cajón de los proyectos pendientes. La transacción recién cerrada con Zurich permite al banco español reforzar sus ratios de capital hasta el 9% con los 890 millones de plusvalías que ha cosechado.

También debe leerse en términos de solvencia el destino que Bankinter podría dar a Línea Directa Aseguradora, su compañía de venta directa de pólizas de autos. María Dolores Dancausa, consejera delegada del banco, es reticente a desprenderse de la filial en la que se ha forjado, pero la presión sobre el balance de la matriz puede obligar a tomar una decisión distinta. Por eso, aunque ahora no hay nada en firme, el mercado teoriza sobre esta operación.

El segundo fenómeno que azuza el baile bancoasegurador es el nuevo mapa de cajas. Muchas entidades de ahorro aprovecharon los últimos años del boom económico y primeros meses de la crisis para desprenderse de sus seguros. Primero vendieron vida, lo que les reportó unos ingresos jugosos. Pero más adelante se animaron con las unidades de generales.

Reordenación de cajas

La recesión ha terminado por hacer extraños compañeros de cama y, ahora, muchos sistemas institucionales de protección (SIP) se encuentran vinculados a varias entidades aseguradoras. Pero es la imposición del Banco de España de poner en común todo el negocio financiero lo que les impide optar por fórmulas flexibles de cohabitación entre proveedores.

Los bancos de cajas deben proceder ahora a romper muchos acuerdos y decantarse por un único socio en materia de seguros. Es cierto que este ajuste les permitirá lograr algunos ingresos. Pero también se verán obligados a resarcir a antiguos colaboradores. Las compañías de seguros más afectadas por estos reajustes son Mapfre, Aviva, Aegon y Caser. De momento, solo las fusiones de cajas catalanas han determinado quién ser hará cargo de su factoría de seguros. Catalunya Caixa ha optado por Mapfre, mientras que Unnim ha escogido a Reale en el área de daños y a Aegon en la de vida.