El acuerdo de la quita griega podría estar listo en unas horas

El acuerdo entre los acreedores privados y el Gobierno podría estar listo en las próximas horas, según señalan varios medios de comunicación del país heleno. Ya ayer el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, reconoció a los periodistas que el pacto se encuentraba cada vez más cerca. Ambas partes están próximas a alcanzar un consenso voluntario en el marco establecido por el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Junker, y el Instituto Internacional de Finanzas, que negocia en nombre de los acreedores.

Según ha llegado a reconocer el propio Venizelos el canje de deuda, condición indispensable para que el FMI y la Ue liberen la ayuda a Atenas, podría superar el 70% de la deuda.

Hace tan solo una semana la banca lanzó lo que hasta el momento ha sido su última oferta. Sin embargo, los líderes europeos rechazaron la propuesta ya que consideraban que el interés de los bonos a 30 años era muy elevado e instaron al Gobierno de Lukas Papademos a continuar con la negociación. En las discusiones mantenidas en Atenas, los acreedores dieron su brazo a torcer y redujeron sus exigencias de manera que el interés de los bonos pasaba del 4,25% inicial al 3,6%.

A fin de que los acreedores allanen el terreno se especula con la idea que puedan recibir un incentivo adicional para que el acuerdo llegue a buen puerto y se ponga fin a las dudas que existen sobre la quiebra de Grecia. No obstante, estos puntos continúan negociándose y no existe ninguna decisión definitiva sobre la liberación de la ayuda al país heleno.

Según fuentes de la UE y el FMI el paquete de medidas de ayuda a Grecia debe estar listo para el 5 de febrero. El canje de duda pública debería estar listo para el próximo día 13, según reconoció el ministro de Finanzas griego. Asimismo, en la pasada cumbre celebrada en Bruselas el lunes, donde las medidas para fomentar el crecimiento y reducir el desempleo se convirtieron en el eje fundamental de la cita, Grecia se comprometió a continuar la senda de las reformas. Con esta determinación de continuar negociando Atenas intenta evitar un colapso de la economía y se esfuerza por recibir las ayudas que impidan la quiebra helena.

Grecia y los acreedores intentan sellar un acuerdo sobre le canje de sus deuda tan solo tres meses después de que el sector privado aceptase una quita voluntaria del 50%.

El objetivo es reducir la carga de la deuda de Grecia a un 120% del PIB en 2020, algo que se presenta complicado debido a la contracción económica que atraviesa el país. Por si esto no fuera suficiente en marzo el país se enfrenta a unos vencimientos de 14,5 millones de euros.

Los acreedores privados han exigido al BCE, el mayor tenedor de deuda griega, que participe en la reestructuración y condene parte de la deuda acumulada.